Si, estoy de acuerdo con el diputado independiente en parte de lo que opina en su artículo publicado en la edición de ayer de El Financiero que titula “¿Se puede acabar con los partidos?”.
Y comienzo por el último punto en el que coincido con Kumamoto Aguilar cuando plantea lo siguiente: “La descomposición de los partidos se encuentra en el llamado ‘Frente Amplio’ o ‘Frente Opositor’ convocado por el PRD, PAN y demás partidos que no son el PRI o Morena. Para algunas personas este frente no debería existir por un tema ideológico, para otras por la poca credibilidad que les generaría la alianza o porque les parece que las cabezas de estos partidos lo que buscan es llegar a cargos públicos a como dé lugar.
“Para mí la cuestión se encuentra en otro lugar, pues ¿deberíamos discutir sobre la posibilidad de un frente amplio que ni siquiera ha sido consultado a la militancia? Yo creo que no. Esta es una señal más del desprecio que las dirigencias tienen de las bases, de sus representados, de a quienes, teóricamente, juraron representar…”.
Soy de los que auguran el fracaso de un frente opositor -porque eso es: oponerse al PRI y a Morena, aunque sus promotores digan lo contrario-, no sólo porque su propia militancia mayoritariamente los dejará solos -ya sea absteniéndose a participar y/o votar o sufragando a favor de un contrario- sino porque la ambición de esas dirigencias de las que habla Kumamoto terminará por frenar ese objetivo. Y así vemos a los “bejaranos” oponerse dentro del PRD o a los “zavalistas-calderonistas” advirtiendo que en el PAN pueden ir solos sin necesidad de alianzas.
Pero tiene razón Kumamoto cuando habla del desprecio de las dirigencias de los partidos por su propia militancia, pues para tomar decisiones de esa envergadura como aliarse al adversario tradicional o a quien tiene una ideología opuesta con el único propósito de llegar al poder a costa de lo que sea, el interés que prevalece por las ganancias que ello significan es el de las cúpulas, que apuestan a que sus militantes los seguirán a ciegas y apoyarán sus decisiones por absurdas que sean.
Coincido también cuando el legislador afirma que “los partidos han sido los propios artífices de su desprestigio”, aunque hay que precisar que los autores de ese desprestigio son sus propios dirigentes por no ver más allá de sus intereses y ambiciones que generan divisiones y rompimientos internos que llevan a todo el partido, incluyendo a su militancia, por supuesto, al fondo de las preferencias ciudadanas.
Y para muestra basta un botón: el PAN en Jalisco.
Pero aparte de la referencia que hace de este “Frente Opositor” que pretenden construir las dirigencias nacionales de los partidos políticos de oposición, a excepción de Morena, en esta colaboración con El Financiero el diputado Pedro Kumamoto asume una postura frente a los partidos políticos que da mucho qué pensar.
Pero este tema lo comentaré más adelante, pues nos ofrece el rostro de un Kumamoto que no nos imaginamos.