¿A qué invitó la Cámara Americana de Comercio -la que alguna vez presidió por mucho tiempo don Adolfo B. Horn- a los candidatos a la presidencia municipal de Guadalajara, Enrique Alfaro Ramírez, Celia Fausto Lizaola, Alfonso Petersen Farah y Ricardo Villanueva Lomelí? ¿A la exposición de sus respectivos proyectos de gobierno ante los miembros del organismo o a un debate?
Parece que Celia Fausto y Alfonso Petersen entendieron lo primero, mientras Ricardo Villanueva y Enrique Alfaro entendieron lo segundo. O al menos así actuaron ambas parejas, quizás animados por la posición que guardan en el imaginario de las encuestas y sondeos.
Fausto y Petersen -quienes por cierto iban vestidos de acuerdo a la importancia de sus anfitriones-, se dedicaron a dar cuenta de sus propuestas, proyectos y programa de gobierno, mientras que Villanueva y Alfaro -quienes vistieron como si hubieran ido a visitar algunas colonias- no dejaron pasar la oportunidad para recriminarse o hacerse señalamientos de lo que en lo personal creen son los “lados flacos” de su contrincante.
El ex alcalde de Tlajomulco arremetió con el “Caso Leonel” y la impartición de justicia, en tanto que el ex titular de Finanzas criticó el endeudamiento de Alfaro para construir el edificio que alberga la presidencia municipal y las oficinas administrativas de aquel municipio, aclarándole que le hubiese salido más barato y a un plazo de 20 años si lo construye con un crédito de Banobras.
Valga decir que en este “minidebate” ni Enrique ni Ricardo dijeron nada nuevo, algo que no hayamos escuchado ya y que hubiese sido una verdadera “campanada”. Quizás por eso, dicen, es que los asistentes a esta sesión del organismo privado consideraron que quien salió mejor librado y dejó un buen “sabor de boca” fue el ya ex alcalde tapatío Alfonso Petersen.
Por cierto, Petersen, cuando le correspondió el turno del micrófono y tras el “agarre” entre Villanueva y Alfaro, recordó lo que alguna vez le dijeron: “No hay duda que los perores pleitos son entre hermanos”, como el que acababan de protagonizar el priista y el ex priista.
Está bien que Alfaro y Villanueva “se brinquen las trancas” de sus anfitriones y protagonicen debates que le pongan “sabor al caldo”, pero por favor que alguien les prepare un guión con algunas novedades, con algunas exclusivas, que deveras le “duelan” al adversario, porque para ir a escuchar más de lo mismo, ni caso tiene.
Y es que, la verdad, dicho debate no entusiasmó a nadie…
Pero si para los anfitriones el ganador fue el panista Petersen, ¿con qué impresión se quedaron de Alfaro y Villanueva? Sería bueno saberlo.