El sábado pasado el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana declaró procedente la inscripción de 15 aspirantes a ser candidatos independientes, de los cuales diez son a presidentes municipales  y cinco a diputados locales. De todos ellos, dos destacan: uno por su actividad pública y el otro por su buen manejo en los medios de comunicación y en las redes sociales.
Me refiero a Guillermo Cienfuegos Pérez mejor conocido como “Lagrimita”, el payaso que se hiciera famoso en la televisión local, aspirante a la candidatura a la presidencia municipal de Guadalajara, y a José Pedro Kumamoto Aguilar, integrante de la organización Wikipolítica, ex presidente de la Asociación de Alumnos del ITESO en el período 2012-2014, y aspirante a la candidatura a diputado por el distrito diez.
Sin duda que la atención de los medios de comunicación estará puesta en “Lagrimita” -que será la identificación con que contenderá Cienfuegos Pérez-, y Kumamoto Aguilar, joven estudiante de Ciencias Políticas, con quien ayer tuve oportunidad de platicar en el programa de televisión “C7 Entre Semana” y donde manifestó una amplia confianza en que las candidaturas independientes son el mejor instrumento para combatir a los partidos políticos en los que, subrayó, prevalece la simulación, el control de las cúpulas, el reparto de espacios entre unos cuantos; el “dedazo” y quién sabe cuántos vicios más, de los que no se escapa ninguno.
Esta intervención de Kumamoto Aguilar en la búsqueda de una candidatura independiente, será sin duda una gran experiencia para un estudiante cuya profesión y conocimientos profesionales tiene que ver con la política, y lo logre o no, de él dependerá el camino a seguir.
Pero en este tema me quiero detener en la figura de un hombre popular, con una amplia fama entre chicos y grandes, que permite incluso que haya quienes aseguren que no tendrá problemas para lograr reunir las aproximadamente 26 mil firmas que requiere por ley para lograr convertirse en candidato a la alcaldía tapatía, cosa que en lo particular me preocupa y asusta, porque evidencia que veamos esta escena según el cristal con que se haga: por un lado, que sea un ejemplo del hartazgo ciudadano de la política y los políticos y que darle el respaldo, literalmente, a un payaso, signifique una llamada de atención para aquellos.
Pero por el otro, también podría ser muestra de la poca seriedad que se le da a la política, al poder y al gobierno en la capital tapatía; que se tome a “chunga” una decisión tan importante y trascendente como es elegir a nuestros gobernantes, de lo que depende el desarrollo de la segunda ciudad más importante del país y el bienestar de sus habitantes.
Y contrasto o comparo el deseo de postulación de un payaso para gobernar Guadalajara con el impùlso que registra la intención de postular como candidato a gobernador de un estado como Nuevo León, al rector del Instituto Tecnológico de Monterrey, David Noel Ramírez, a través de un video en You Tube donde se replican algunos de sus duros y críticos discursos y el exhorto de que se anime a aceptar ser candidato independiente a la gubernatura.
David Noel Ramírez es una figura reconocida y popular en Nuevo León y, por supuesto, en aquellas ciudades donde el Tec tiene campus, como aquí en Zapopan, por su capacidad intelectual y trayectoria acadèmica. “Lagrimita” es una figura reconocida y popular en Guadalajara, Jalisco y en otras entidades del país, gracias a la televisión… nada más, que hizo famosa una chillona frase: “¡Qué baraaaatooo…!”.
No cabe duda la diferencia en cómo toman en Nuevo León la importancia de las candidaturas independientes para enfrentar a los partidos políticos y cómo la tomamos aquí en Jalisco con el mismo objetivo.
Podrá argumentarse que los políticos tienen la culpa de que un payaso alcance niveles tan altos como para lograr una candidatura a presidente municipal de Guadalajara, pero sólo el que se logre esto último proyectará ante el país y el mundo el nivel político del electorado tapatío.
¿Llegarán a tanto los tapatíos? Al tiempo…