Y sí, el PRI no pierde el estilo…
Mientras en Zapopan la imposición de Valeria Guzmán como nueva dirigente del PRI municipal se llevó a cabo sin mayores problemas -logró sumar hasta más de 200 firmas para su registro-, en Guadalajara los “jaloneos” entre el alcalde Jorge Aristóteles Sandoval y el regidor Eduardo Almaguer complicaron el proceso para renovar la dirigencia.
Sin embargo, finalmente llegaron a buenos términos y fuer así que ayer registraron la fórmula integrada por Pablo García Arias y Verónica Flores para sustituir al propio Almaguer y a Rocío Corona Nakamura en la presidencia y secretaría general del comité municipal.
García Arias llega ahí como la cuota que la secretaria de Desarrollo Social, Claudia Delgadillo, logró “arrancarle” a Aristóteles Sandoval, mientras que Verónica Flores es la cuota que exigió Eduardo Almaguer se le entregara antes de dejar el cargo de dirigente.
Inclusive, un día antes de que se publicara la convocatoria en Guadalajara, el secretario de Organización del Comité Estatal, Salvador Rizo Ayala, fue muy claro al comentar cómo se estaban decidiendo las cosas en el priismo tapatío, pues aseguró que en la dirigencia municipal “no van a poner una gente que no quiera Aristóteles”.
Y fue así que impusieron a Pablo García en la presidencia, con el aval del alcalde.
Pero, además, el propio Rizo comentó lo que ya todo mundo sabía: “La propuesta de Almaguer es que le dejen la Secretaría General y le respeten a los ‘sembrados’ en los distritos para las candidaturas…”.
Y le dejaron a Almaguer la secretaría general, donde impuso a Verónica Flores.
Así, por como fueron impuestos los nuevos dirigentes priistas tapatíos y ante los “jaloneos” que se dieron durante la negociación, nada bueno se augura para este comité municipal.
Y si no, al tiempo.