El pasado ocho de mayo referí en Marcatextos (“Ex candidata a diputada, Guadalupe Morfín quiere ser regidora con Alfaro”), que en mayo de 2011, cuando se avecinaba el fin de la gestión de Ma. Guadalupe Morfín Otero al frente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos, la cúpula empresarial de Jalisco se opuso rotundamente a su reelección.
Pero no solamente lo hicieron los dirigentes de la IP sino también dos diputados que en aquel entonces formaban parte de la bancada legislativa del PRI y uno de ellos era su coordinador: Enrique Ibarra Pedroza y Salvador Caro Cabrera.
Hoy Ibarra Pedroza y Caro Cabrera ya no están en el PRI sino en el Partido Movimiento Ciudadano, a donde su candidato a la presidencia municipal de Guadalajara, el también ex priista Enrique Alfaro Ramírez, llevó a Morfín Otero para que formara parte de su planilla de candidatos a regidores.
En aquel entonces el relevo en la Comisión Estatal de Derechos Humanos se “contaminó” con la elección de los nuevos consejeros del entonces Consejo Electoral del Estado, que presidía José Manuel Barceló Moreno, y la figura de Morfín Otero fue utilizada por la bancada priista que presidía Ibarra Pedroza para presionar al PAN y evitar que fueran reelgidos también algunos de los entonces consejeros electorales.
La posición del PAN en aquel entonces era a favor de la llegada de Carlos Sepúlveda Valle -hoy representante del PRI ante el Instituto Electoral-, y la ratificación de Eduardo Mar de la Paz, Sergio Castañeda y Luis del Valle como consejeros electorales; en tanto que la postura del PRI era: Reelección de Morfín Otero en Derechos Humanos y la no repetición de ninguno de los integrantes del Consejo.
El PRI le planteó en aquella ocasión al PAN: Si insisten en reelegir a algún consejero electoral, ellos apoyarían a Guadalupe; si deciden renovar el Consejo Electoral por completo, entonces el PRI apoyaría para la CEDH a cualquier otro candidato que no fuera Morfín Otero.
Valga decir que al cierre del plazo para el registro de candidatos a la CEDH por cuatro años, Morfín lo hizo con el apoyo de 54 organismos y más de 2 mil 900 firmas a su favor; Bernardo Maciel Hernández se registró con el apoyo de cuatro organismos de abogados; Carlos Sepúlveda Valle fue propuesto por el Centro Empresarial de Jalisco -hoy Coparmex-; y Rafael Alarcón con el apoyo único de la Academia Jalisciense de Derechos Humanos.
Bueno, pues a pesar de ese abrumador apoyo con el que llegó Guadalupe Morfín en busca de la reelección, no pudo sumar a su favor los 27 votos necesarios, como mayoría calificada, en las tres rondas de votación. Se quedó a tres votos en las dos primeras rondas,  logró 24 sufragios, y a cuatro en la tercera. Perdió uno.
El proceso de elección del titular de la CEDH se fue hasta septiembre ante la falta de acuerdos entre los legisladores, además de que se abrió a la discusión si se debía o no lanzar una nueva convocatoria, a lo que Morfín Otero se oponía.
Ibarra Pedroza era el coordinador de los priistas, mientras Caro Cabrera era integrante de la Comisión de Derechos Humanos, y junto con que el fallecido perredista Juan Manuel Gutiérrez Santos y los priistas Gonzalo Moreno, José Manuel Carrillo, Javier Guízar y Javier Galván, acudió al domicilio particular de Morfín Otero a manifestarle su apoyo para repetir en el cargo.
Pero ante su oposición a que se emitiera una nueva convocatoria, Guadalupe Morfín cometió un error que le costó perder 15 de los 16 votos de diputados priistas que había obtenido el 28 de mayo anterior: interpuso un amparo en contra del Congreso del Estado para que no lanzara una nueva convocatoria.
Entre esos 15 diputados que le retiraron el apoyo a Guadalupe Morfín y que la llevó a no repetir en el cargo, estaban el de Enrique Ibarra Pedroza y el de Salvador Caro Cabrera.
Pero hoy todo eso es historia. Ahora tanto Ibarra como Caro le aplaudieron a Alfaro por haber sumado a su planilla a quien hace 14 años le dieron la espalda.