Creo que no fuimos pocos los que nunca nos imaginamos que la derrota sufrida en las pasadas elecciones del 2012 significaría “borrar” del mapa público a la oposición en la Zona Metropolitana, a excepción de Guadalajara…
Y es que, deveras, tampoco son pocos los que se preguntan ¿dónde carambas está la oposición en Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco? Y no porque queramos la existencia de una oposición fastidiosa, que todo lo vea malo, que nada le parezca, que pretenda que el gobierno todo le consulte, como en ocasiones sucede en Guadalajara…
No, esperábamos la existencia de una oposición que haga el trabajo de equilibrio, sensata, que critique con razones lógicas y no político-partidistas, que no todo lo viera negativo, que deveras busque el beneficio de los gobernados y no su beneficio o el personal con miras al 2015…
Pero esta oposición no existe, ni en Guadalajara…
Lo primero que podemos pensar de esta inexistente oposición u oposición “fantasma” es que muy pronto la “maicearon”. Pero quizás también suceda que no sólo fueron malos candidatos sino que ni siquiera ser oposición saben. O el extremo: ¿qué traerán atrás que no se atreven a levantarle la voz al presidente municipal y a sus acciones de gobierno? O aun peor: ¿Qué esperan obtener en el futuro que prefieren quedarse calladitos?
En Guadalajara, la mayoría de los regidores del PAN han asumido su postura de oposición, salvo el ex presidente de la CANACO, Alejandro Elizondo Gómez. De él, ¡hasta el tono de voz olvidamos! Encabezados por Alberto Cárdenas, Maribel Alfeirán de Coll, Mario Salazar Madera y Critina Solórzano, hacen presencia.
Del Partido Movimiento Ciudadanos, sus tres regidores se alternan los temas para aparecer ante los medios: Salvador Caro, Candelaria Ochoa y Juan Carlos Anguiano.
Pero en Zapopan, Tlaquepaque, Tonalá y Tlajomulco… los alcaldes deberían de revelarnos cómo lo hicieron para quitarse de encima a la molesta oposición. Ahí ni PAN ni PMC “pintan”. A lo más que se llega en Zapopan es a tener una oposición “virtual” del regidor Augusto Valencia con sus constantes cuestionamientos a través de su cuenta de Twitter, pero rayando permanentemente en la postura de “opositodo”.
El resto de los regidores de oposición en Zapopan, en Tlaquepaque, en Tonalá hasta parecen un miembro más… ¡de la bancada del PRI! En tanto que en Tlajomulco, salvo la excepción muy intermitente del priista Adrián Salinas, todos parecen regidores… ¡del Partido Movimiento Ciudadano!
No hay duda, pues, que debemos d ereconocerle a los alcalde de estos municipios que saben tener muy bien el control de sus opositores, y a estos hay que reconocerles que, después de una campaña donde son derrotados, saben ser… ¡muy “mansitos”!