El texto que publicó el gobernador durante el partido de futbol americano
Parecería algo anecdótico, pero la forma en que el Gobernador Emilio González Márquez se puso provocativo en el mensaje que tuiteó el domingo durante la transmisión del súper tazón, despertó las críticas hacia el funcionario y demostró que en el tema de las redes sociales no existe un acompañamiento del resto de las políticas de comunicación.
Aprovechando que durante el partido de futbol americano se apagaron las luces y se suspendió temporalmente el juego, el mandatario quiso hacer promoción de la labor que se hizo en Jalisco con motivo de los Juegos Panamericanos con un mensaje que no fue bien recibido.
“Durante los Juegos Panamericanos todo funcionó de acuerdo a lo esperado, nunca se fue la luz. Felicidades a Carlos Andrade”, tuiteó el gobernador.
Las críticas y reclamos se lanzaron contra la preparación de las villas panamericanas, sobre los gastos excesivos y contra los pocos resultados económicos que se vivieron.
Evidentemente los temas pueden ser discutidos y analizados con calma, incluso podría ser que el gobernador tuviera razón en muchas cosas, pero lanzar un mensaje como ese en redes sociales cuando el tema de los costos de los juegos aún siguen trayendo consecuencias políticas y económicas, no se presta para la discusión sana y analítica, pues pareciera más una bravuconada para calentar a los contrarios.
Incluso la respuesta de Emilio González Márquez, después de que fue criticado, fue quizá la menos afortunada, pues calificó como troles (trolls escribió él) a quienes le lanzaron reclamos por su declaración.
“Queridos trolls, relájense, disfruten el Superbowl”, escribió.
Lo cierto es que mientras en el tema de la comunicación institucional se habían mantenido al margen de pleitos sobre la calificación de los Juegos Panamericanos, el gobernador se lanza a calentar el tema y a generar conflicto donde no debería haberlo, pareciera que a 23 días de dejar el cargo, quiere estar fresco en la memoria de gente, volver a ser famoso. Eso a pesar de que debe tener claro que en comunicación, fama no es prestigio.