Los 409 mil 999 pesos que le pagó Enrique Alfaro al grupo La Covacha Gabinete de Comunicación, S.A. de C.V., en sus primeros meses como presidente municipal de Guadalajara, muestra solamente una parte de la estructura, que genera contenido para resaltar la figura del líder moral de Movimiento Ciudadano en Jalisco.

La finalidad de contratar empresas externas al departamento de comunicación del ayuntamiento, es controlar la información que sale de la administración, y posicionar en medios a la gente que Enrique Alfaro desea, él.

El problema es que la gente que forma parte del ayuntamiento de Guadalajara, pero que son gente de Ibarra Pedrosa, se encuentran molestos con esta situación pues no tienen presupuesto para promocionar sus secretarías. No pueden contratar gente para comunicación, no hay presupuesto para publicidad; todo, absolutamente todo, pasa por la oficina de comunicación del ayuntamiento, donde tampoco tienen capacidad de decisión, es el grupo de asesores externos quienes dictan las políticas de comunicación.

Debido a esta situación es que Juan Enrique Ibarra Pedroza casi no había tenido presencia en medios, hasta hace unos 10 días que los constantes reclamos de su gente hicieron que obtuviera algunas apariciones en medios.

Quien sí ha sabido sujetarse a la política de comunicación, que los asesores externos han implantado, es Salvador Caro. Su idea de patrullar por la noche y subirlo a sus redes sociales funcionó, pero, se le pidió que ya no lo hiciera y desde el 26 de diciembre no lo hace más. Sus publicaciones en redes no son compartidas por las cuentas del Ayuntamiento de Guadalajara. Y las menciones del nombre de Salvador Caro son mínimas en las redes del ayuntamiento, cuando aparece con Enrique Alfaro.

Y si bien este tipo de acciones puede desgastar la relación entre el presidente del ayuntamiento de Guadalajara y sus secretarios, hay algo que también empieza a gastarse en las redes de Enrique Alfaro que manejan sus asesores, y es, el número de seguidores que se agregan a sus redes sociales.

Una sencilla revisión de su número de seguidores en Twitter, con una herramienta que analiza el tipo de seguidores que tiene la cuenta @EnriqueAlfaroR da como resultado, que de los 135,627 seguidores -aunque la aplicación Twitter en su versión de escritorio cierre a 136,000-, que tiene Enrique Alfaro, 20% son producto de cuentas falsas, 63 % son cuentas inactivas -o con muy poco movimiento- y solo el 17% son seguidores buenos -o activos en Twitter-. ¿Estará enterado el presidente municipal de Guadalajara de estos números? ¿Qué porcentaje de bots serán de los asesores y cuantos serán de sus rivales políticos?

Apenas pasamos los cuatro meses del nuevo gobierno de Guadalajara, ¿Aguantará dos años esta política de comunicación? ¿Hasta dónde soportarán los secretarios que quieren figurar, pero que no son del equipo de Alfaro esta situación?

¿Es ético que los ayuntamientos gasten en trabajo de compañías externas cuando tienen departamentos y equipos que deberían sacar ese trabajo?

Recuerde…

“En política, nada ocurre por casualidad.

Cada vez que un acontecimiento surge,

se puede estar seguro que fue previsto

para llevarse a cabo de esa manera.”

Franklin D. Roosevelt.