Aunque él no lo ha confesado públicamente, en el Congreso del Estado es un secreto -ni tanto- a voces, que el diputado Enrique Aubry de Castro Palomino quiere suceder en el Ayuntamiento de Guadalajara a Gamaliel Ramírez como regidor para la próxima elección.
Claro, para ello primero tendrá que lanzarse como candidato a la presidencia municipal de la capital del Estado. Y seguramente lo hará, pues no habrá quien se le oponga al interior de su partido ya que finalmente es el dirigente estatal, sino que además es el militante del Partido Verde Ecologista con mayor presencia mediática, aunque el propio Gamaliel Ramírez le va “pisando los talones” con sus ocurrencias.
Aubry de Castro Palomino considera que ya trabajó lo suficiente para revertir aquella imagen que los medios le crearon de “diputado chapulín”, por aquello de que siendo regidor en Cuautitlán Izcalli, Estado de México, residía en Zapopan y era candidato a diputado local por la vía plurinominal, por lo que se le cuestionó el tiempo de residencia que exigen las leyes estatales.
A base de un intenso trabajo mediático, de un discurso fácil y “encantador” para muchos, Enrique Aubry es hoy reconocido por no pocos ciudadanos, gracias también al trabajo de su equipo que lo rodea para revertir esa imagen negativa con la que llegó.
Hay que decir que su trabajo en el Congreso del Estado no ha sido igual que su labor mediática, pues hasta ahora no se le recuerda -ni pasará a la historia por ello- ni una sola iniciativa de Ley con la que deje huella. Incluso, en ocasiones ha asumido posturas incongruentes o encontradas, como es la del caso del Auditor Superior.
Sin embargo, pese a ello y con el trabajo realizado en los medios de comunicación, se asegura en el Congreso que Enrique Aubry está más que puesto para ocupar la silla que hoy tiene un polémico Gamaliel Ramírez.
Y dicen que quiere ser regidor porque sabe que es más que imposible que gane la elección para alcalde, y que de ello él está consciente.