Ayer en este espacio Gilberto Pérez Castillo hizo un interesante análisis de las posibilidades de Enrique Alfaro Ramírez, presidente municipal electo de Guadalajara, para construir una probable candidatura presidencial en el 2018 y que tituló: “Alfaro, ¿candidato a Presidente de la República en el 2018?”.
En el punto central de su análisis, Gilberto escribió:
“… en un panorama poco propicio para los tres grandes partidos (PAN, PRI y PRD) y con las resistencias que aún tiene una buena parte del electorado hacia López Obrador, la oportunidad de que surja una fuerte candidatura independiente en México para el 18 es muy alta, y Alfaro está en condiciones de construirla. No olvidemos que Enrique Alfaro y su grupo ya están acostumbrados a apostar fuerte. Sí, ya se que suene desproporcionado y prematuro, pero ahí se los dejo”.
Coincido con mi buen amigo Gilberto en esos dos puntos: Uno, que ante las condiciones cambiantes en la política registradas este domingo pasado siete -que paradójicamente no creo que se mantengan para el 2018-, Alfaro Ramírez podría construir una candidatura rumbo a Los Pinos en los próximos dos años (cuando se conozca a los candidatos). Dos, que suena desproporcionado y prematuro…
Sabemos que en política nada está escrito y sabemos que donde la lógica menos prevalece es precisamente en política, por eso es válida la hipótesis de Gilberto y por eso hay que tomarla en cuenta, registrarla y tenerla al alcance para si llegara a necesitarse.
Pero si aquí en Jalisco hay quienes plantean la posibilidad de hacer presidenciable a Enrique Alfaro en estos momentos, cuando aun no concluye el proceso electoral intermedio del 2015, el dirigente nacional del Partido Movimiento Ciudadano, Dante Delgado Rannauro, también en estos momentos piensa diferente y creo que no pasa por su mente jugar el 2018 con su candidato ganador en Guadalajara.
Y digo que Dante Delgado no piensa ahora en Alfaro Ramírez para buscar llegar a Los Pinos, porque le ha extendido a Andrés Manuel López Obrador el ofrecimiento de hacer una alianza Morena-Movimiento Ciudadano para ir juntos en el 2018, y seguramente el veracruzano está pensando en que sería López Obrador el candidato de esta alianza y no Alfaro Ramírez.
Tampoco creo que le ofrezca a López Obrador ir en alianza en el 2018 con Enrique Alfaro como candidato de la misma, pues ya sabemos qué piensa el tabasqueño de quien años atrás fue su aliado electoral. O sea, resulta inimaginable que AMLO acepte una alianza Morena-PMC para impulsar la candidatura presidencial del alcalde electo. No pasa por mi mente una cosa así.
En una entrevista con Reforma -referido por el portal de Aristegui-, Dante Delgado declaró lo siguiente:
“Para el 2018 vamos a construir una opción con muchas personalidades que sean garantes de un nuevo proyecto, tiene que haber la irrupción de una propuesta diferente, ya los pasados procesos electorales nos acreditan que la gente no quiere mas de lo mismo.
“Entonces, hagamos un ejercicio con personalidades que están ahí, que pueden construir esto, porque no van a ser extraterrestres ni extranjeros los que van a resolver los problemas del país, tenemos que hacer un realineamiento, donde le demos relevancia a las coincidencias, en donde se integre un colectivo que acuerde cambiar el rumbo de México”, aseguró.
“Con estos dos partidos, Morena y Movimiento Ciudadano, se puede construir algo que sí es posible.
“Tener la visión de que la Ciudad de México es lo nacional, es una equivocación, porque teniendo la Ciudad de México en 2006 y 2012 no se ha ganado la presidencial. Lo digo objetivamente, se necesita más que eso, y es lo que tratamos de evidenciar, que se le puede ganar al PRI, PAN y PRD, con otras formas, y se ve que esto ya pasó el 7 de junio”.
Así, Dante está pensando en una alianza para la elección presidencial entre Morena y el Partido Movimiento Ciudadano con López Obrador como su abanderado y no con Enrique Alfaro… al menos hasta el momento.
Por supuesto falta saber qué le contesta AMLO. Mientras tanto, suscribo lo ayer escrito aquí por mi buen amigo Gilberto Pérez Castillo.