Para el ex senador del PAN Felipe Vicencio Álvarez, la hipótesis de que el cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo fue asesinado premeditadamente no es sino “una versión de ficción”, de la que “se quiere sacar raja, de alguna manera, aunque no sé con qué intenciones”.
Entrevistado en el marco de la conmemoración de un aniversario más de la muerte del Arzobispo de Guadalajara, Vicencio Álvarez refirió que “es penoso que a 14 años (del homicidio) sigamos especulando sobre un caso tan triste que nos lastimó, pero del que finalmente se han puesto sobre la mesa todos los elementos de juicio posibles. Y por más que haya un pequeño grupo que insiste, obsesivamente, que fue un asesinato premeditado, no he escuchado con suficiente claridad y contundencia lo que es uno de los componentes fundamentales cuando se trata de algo premeditado: el móvil”.
Dijo que en ningún lugar, “entre cientos y cientos de páginas que insinúan un asesinato premeditado, resulta contundente un solo párrafo donde quede claro cuál pudo ser el móvil de tal magnicidio. Por lo tanto, aunque me resulte incómodo y aunque sí quedan todavía muchas preguntas e incomoda la relación tan estrecha que se hizo evidente tiempo después entre capos del narcotráfico y el gobiero mexicano, con la mediación del Nuncio Apostólico, creo que es más plausible la versión de los hechos que sostiene el doctor (Jorge) Carpizo.
“Insisto, si se sigue sosteniendo la hipótesis de un asesinato premeditado, yo quisiera que alguien, de manera contundente, convincente, clara y palmaria, pudiera establecer cuál es el móvil. ¡Y no lo hay!”, expresó el hoy director de Desarrollo Social del Ayuntamiento de Zapopan y en junio próximo delegado de la SEDESOL en Jalisco.
Aseveró que el asesinato del cardenal Posadas Ocampo es un caso emblemático “que nos pinta enteritos como pueblo. Somos, como país, unos hijos de la… sospecha, y difícilmente damos crédito, incluso, hasta a lo más evidente.
“Tenemos razones históricas para dudar de todo -dijo-; sin embargo, estos casos demuestran con toda claridad que incluso ante lo evidente, lo contundente, se pone a andar la maquinaria del análisis, de las hipótesis y de la infinita cantidad de posibilidades de explicación de un hecho, y, evidentemente, el antecedente del descrédito de la autoridad, que se convierte en el ingrediente para que cualquier cosa que aparentemente se hubiera aclarado, si viene de la autoridad, inmediatamente tendrá la etiqueta de la sospecha”.
Tras confesarse católico, pero no siempre en acuerdo con sus pastores, Felipe Vicencio no elude la polémica surgida sobre la muerte del cardenal Posadas. Pero acota: “Yo, en mi fidelidad a la Iglesia, no me obliga a que tenga que dar por buena la versión, para mí de ficción, de un asesinato premeditado. No necesariamente, forzar las cosas y querer llevar la muerte del Cardenal a una interpretación del martirio a como dé lugar, es una manera de ser un buen hijo de la iglesia, porque la verdad es lo que nos hace libres, no la propaganda”, concluyó el también consejero nacional del PAN.