Mientras los directores “académicos” de las policías de Guadalajara y Zapopan siguen hablando de la instauración de un “nuevo modelo de seguridad”, el número de robos a casas habitación, a negocios, de autopartes y de asaltos a transeúntes se incrementa de manera preocupante en ambos municipios.
Según información del diario Mural, tan sólo “El robo a casa habitación del 1 al 30 de enero de este año, aumentó un 90 por ciento en comparación con el mes de enero del 2012”.
Sin duda resulta evidente que la sensación de inseguridad también ha crecido en la ciudad, pues de nueva cuenta los relatos de robos a casas, negocios, asaltos en la vía pública o robo de autopartes vuelven a ser un tema cotidiano en las reuniones sociales.
Ante esta realidad, luego de cuatro meses de las nuevas administraciones municipales, los responsables de las policías de Guadalajara y Zapopan siguen pidiendo tiempo para echar a andar sus supuestos “nuevos modelos de seguridad”, mientras la población sufre de manera creciente los abusos de la delincuencia.
Mientras la inseguridad pública crece de manera preocupante, los jefes de las policías de Guadalajara, Carlos Mercado Casillas, y de Zapopan, David Mora Cortés, siguen escudándose en sus supuestos nuevos modelos de seguridad y de policía y pidiendo tiempo para ponerlos en funcionamiento.
Sin duda, las malas decisiones de los alcaldes de ambos municipios, Ramiro Hernández García y Héctor Robles Peiro, y la improvisación de sus jefes policiacos, les están costando muy caros a los habitantes de esos dos municipios.
Ante los resultados concretos en materia de seguridad pública en Guadalajara y Zapopan, queda claro que a veces los nuevos experimentos y modelos en el gobierno resultan peores que los viejos.
Digo, porque la única manera de evaluar las acciones y los programas de gobierno es por sus resultados, no por sus intenciones.