Mientras el alcalde Enrique Alfaro Ramírez anda en franca campaña en cada escuela que visita en estos días y donde arremete en contra de los gobiernos que le antecedieron, su gobierno recomienda a los locatarios del Mercado Corona no ventilar públicamente los problemas que enfrenta el inmueble -y que está obligado a resolver- sino a hablar “bonito” de su mercado.
Ayer, por ejemplo, en uno de los inmuebles escolares a donde acudió para hacer entrega del uniformes y útiles escolares -no obstante que el período escolar inició hace 15 días-, Alfaro Ramírez destacó las acciones que su gobierno ha emprendido en apoyo a los centros escolares, lo que, dijo, no hicieron los anteriores gobiernos municipales “no porque no tuvieran dinero, sino porque… ¡no tuvieron vergüenza!”.
Coincidentemente, ayer Gustavo Curiel Camarena (segundo de izq a der en la foto) anunció su renuncia como representante de los locatarios del Mercado Corona en el Comité de Administración del mismo inmueble, por considerar que fue censurado y objeto de represalias por parte de la autoridad municipal.
Curiel Camarena, mediante un comunicado enviado al alcalde Alfaro Ramírez, refirió que a través de los medios de comunicación y de sus cuentas en redes sociales ha hecho públicas las deficiencias del edificio como fallas en el drenaje, falta de agua, suciedad en los baños, instalaciones de gas que funcionan sin ajustarse a la normatividad correspondiente, la falta de un reglamento y de un listado de locatarios.
Sin embargo, denunció que comenzaron a llegar a su negocio -de pollos rostizados-, “pseudo inspectores a intimidar con una serie de observaciones que solo mostraron una línea de golpe a mi negocio y mi persona”, además de revelar que “se me invitó a que no evidenciara públicamente dichos errores de esta administración”.
Pero resulta que esto último no sólo se le pidió a Curiel Camarena sino al resto de los locatarios, a confesión de parte de Diego Monraz Villaseñor (izq en la foto), coordinador de Servicios Municipales, quien declaró al periódico Milenio:
“Lo que en algún momento se les invitó, no a él solamente sino a todos los locatarios, es que se hablara bien de su mercado y cualquier defecto o falla que recibimos todos, pues hay los conductos adecuados para que se les atienda y se resuelvan…”.
O sea que mientras el alcalde de Guadalajara anda ventilando y criticando todo aquello que sus antecesores hicieron mal o no realizaron -con lo que por supuesto gana simpatías-, sus colaboradores piden a los ciudadanos que no hablen públicamente de los problemas cotidianos que enfrentan y que corresponde al gobierno municipal resolver -con lo que por supuesto pierden simpatías-, sino que lo hagan a través de los “conductos adecuados…”.
Cosa curiosa, ¿verdad?, que pone en evidencia que en el Ayuntamiento de Guadalajara se lleva a la práctica y al pie de la letra aquello que dice: “ve la paja en el ojo ajeno, pero no la viga en el propio”.
Ver para creer.