“No me voy”, dice el presidente municipal de Guadalajara, Ramiro Hernández García, a todos sus detractores.
Y es que ante la serie de conflictos y escándalos que se han registrado en su administración, aquellos no dudaron en “filtrar” la versión de que el edil tapatío sería llamado a colaborar en el gobierno federal para radicar en el D.F. y que este mes navideño sería el último al frente del gobierno municipal.
Pero Hernández García ni se preocupa ni se acongoja por las versiones que corren en torno a él y deja en claro que entiende también el papel que en estos momentos juega la oposición en el Cabildo, que, dice, tiene la visión puesta en las próximas elecciones del 2015.
Y como para que no quede duda, Ramiro Hernández adelante que, inclusive, no buscará un nuevo cargo de elección para dentro de dos años sino que concluirá el período para el que fue electo. O sea, que gobernará los tres años y no aspira a ser legislador, lo que lo obligaría a solicitar licencia el próximo año.
Ramiro Hernández subraya en cuanta entrevista que se le ha hecho, que los problemas del Ayuntamiento se han magnificado por una oposición que hace su papel de oposición, y que a los casos de corrupción o irregularidades que se han comprobado, se han sancionado separando a los responsables de su cargo.
“Y ahí está el caso de la regidora Elisa Ayón, quien ya se separó del cargo; y ahí está el caso de los directores de panteones que ya no están…”, ejemplifica el edil tapatío.
Hernández García toma las cosas con calma. Una calma que a no pocos desespera y saca de quicio porque quieren ver al alcalde “cortando” cabezas “a tontas y locas” como se lo demandan un día sí y el otro también los regidores del PAN o del Partido Movimiento Ciudadano.
Pero Ramiro Hernández no modifica su postura y, tras anunciar que no habrá más cambios en su gabinete al cierre del año o principios del próximo, remata:
“Quienes quieren que me vaya o dicen que me voy a ir, son aquellos que no querían que llegará a la presidencia municipal”.
Y este mensaje, al parecer, es tanto para los de adentro como los de afuera de su partido, el Revolucionario Institucional.