Recién nos empezamos a recuperar del bombardeo mediático, de las elecciones intermedias en el estado; cuando ya nos atiborraron de mensajes propagandísticos de los “logros” de los presidentes municipales.
Dos eventos políticos contrastantes, en uno prometen, en el otro se debería revisar lo cumplido.
Si analizamos los informes de los presidentes municipales de Zapopan, Guadalajara y Tlajomulco, nos queda claro lo diferentes que son los eventos de campaña, y los actos de gobierno.
Héctor Robles Peiro, Doctorado en Políticas Públicas de la Universidad de Texas, y quien aparece bailando cuando era candidato a presidente municipal de Zapopan, o tocando guitarra y cantando al inicio de su mandato en el ayuntamiento zapopano; recurrió a la fuerza pública para blindar el edificio donde rendiría su último informe de gobierno. Nada le importo el saber que, bueno, creemos que Robles sabe, que la cabecera municipal está incomunicada por cierres viales de la línea tres del tren ligero, aun así decidió cerrar vialidades y congestionar más el tráfico en horas pico, donde la gente trata de trasladarse a su trabajo.
Ya el día anterior a su informe, Héctor Robles había tenido una escandalosa protesta de Antorcha Campesina que se prolongó hasta la media noche, con ese argumento justificó el fuerte dispositivo de seguridad, pero lo cierto es que a lo largo de su mandato, no fue un edil cercano a las necesidades de su gente, ni se destacó por ser buen negociador. La molestia general y los reclamos de la gente afectada por sus decisiones, poco le importaron, él ya se va.
Ismael Del Toro Castro presidente municipal de Tlajomulco, subió al pódium a dar su tercer informe de gobierno, precedido de una campaña mediática muy amplia, televisión, radio, espectaculares, redes sociales –en menor cantidad que en su campaña a diputado local-. La campaña de austeridad que pregonó y practicó como candidato a diputado local, la olvidó, al momento de ser el protagonista de la entrega de resultados, como presidente municipal.
“El Pope” como le dicen a Del Toro Castro, ya es diputado local para la siguiente Legislatura, cerró sin conflictos en su ayuntamiento, su partido ganó la continuidad en el municipio, entonces, ¿para qué hacer un derroche de dinero en un acto desgastado? Que solo le expone como alguien que dice una cosa en campaña, y hace otra en el poder.
Ramiro Hernández, quien cobra como presidente municipal en Guadalajara, también se dio gusto hablando de lo que él llamó “hechos de gobierno”. Este informe, es la muestra exacta de para qué sirven este tipo de actos; los asistentes destacados fueron los presidentes municipales anteriores de Guadalajara, y también algunos exgobernadores de Jalisco hicieron acto de presencia. Gente como Francisco Ramírez Acuña, Guillermo Cosío Vidaurri, Flavio Romero de Velasco, entre otros, tuvieron que escuchar a Ramiro Hernandez hablar de lo que supuestamente ha logrado en su administración, por supuesto, se necesita poca vergüenza para presentarse ante gente que sabe que la administración de Hernandez García, es la peor en muchos años que ha sufrido Guadalajara, y decir, como lo hizo el Ing. Hernandez, que se esforzó trabajando por la ciudad.
Pero ahí estaban todos, los muy viejos políticos, y los del momento; los que ya solo son invitados a actos protocolarios, pero no a la toma de decisiones; los que quieren ser y los que ya no serán. A fin de cuentas este tipo de actos solo sirven a ellos, a los que se dedican a vivir de la política.