Salvo Tlaquepaque y Tlajomulco, el resto de los municipios de la zona metropolitana salen reprobados durante los primeros 100 días de sus administraciones.
Guadalajara, Zapopan y Tonalá, los tres en manos del PRI, prácticamente están paralizados y administrando el día a día, mientras que en Tlaquepaque y Tlajomulco hubo arranque de obras nuevas y la implementación de nuevos programas.
Ramiro Hernández García de Guadalajara ha dedicado estos 100 días, como boxeador arrinconado en la esquina del ring, a enfrentar las embestidas de los comerciantes ambulantes del centro, de los baches que llenan la ciudad y de su inexperiencia para gobernar.
Durante esto tres meses también demostró su incapacidad de mantener el liderazgo metropolitano que tradicionalmente ha tenido el alcalde de la capital o de tener una visión moderna de ciudad y de su zona metropolitana.
Con un equipo dividido entre políticos de la vieja guardia priista y la joven herencia de Aristóteles Sandoval, el actual gobierno de Guadalajara carece de un liderazgo firme, y eso se empieza a notar en la calle.
Héctor Robles Peiro de Zapopan, quien inició con buenos augurios en la opinión pública, de pronto se desinfló y prácticamente ha nadado de muertito estos 100 días, tratando únicamente de concluir obras heredadas de la administración anterior.
No obstante contar con un equipo de gobierno con la experiencia adquirida en la gestión municipal anterior, y contrario a lo esperado, la pasividad reina por todas las dependencia municipales.
Robles Peiro no tiene excusas para hacer mal las cosas o dejar de hacerlas: de los últimos seis años, tres fue regidor de Zapopan y los otros tres el Director General de Desarrollo Social del gobierno zapopano.
No obstante lo anterior, luego de tres meses de gobierno, aún no salen buenas noticias para los zapopanos con su nuevo alcalde.
Alfredo Barba Mariscal de Tlaquepaque es de los pocos alcaldes que inició su administración dando resultados. En estos mismos 100 días arrancó  en coordinación con el gobierno estatal el nodo vial del Iteso, con Tlajomulco la rehabilitación de Aldolf B. Horn, además de las reparaciones y adecuaciones de las laterales de Lázaro Cárdenas y el paso a desnivel de Las Juntas.
En este municipio se hizo un importante recorte de personal, con lo que se financiarán los programas de apoyo de transporte, útiles escolares y uniformes para estudiantes que iniciarán este año.
En materia de seguridad pública inició el programa Barrio Seguro.
Jorge Arana Arana de Tonalá ha dedicado estos 100 días a lamentar la pésima condición financiera en la que le dejó el gobierno municipal su antecesor, el también priista Antonio Mateos.
Salvo el anuncio de un programa para rehabilitar el centro histórico de Tonalá, Arana Arana -quien ya fue alcalde de este municipio- nada bueno ha hecho o les ha dado a conocer a sus paisanos.
Ismael del Toro Castro de Tlajomulco es otro alcalde que ha aprovechado bien su experiencia en el municipio que gobierna y estos primeros 100 días de su administración.
Llegando se puso a construir el Centro Comunitario de Chulavista, la Unidad Deportiva del Zapote del Valle, el Centro de Arte Urbano de Santa Fe, la rehabilitación de la calle Adolf B. Horn -en coordinación con Tlaquepaque- y la calle de entrada a la Delegación de Santa Isabel.
En conclusión, y considerando que todos tuvieron tiempo de planear el arranque de su gestión y que todos heredaron problemas financieros en sus respectivos municipios, se puede decir que durante estos primeros 100 días los alcaldes de Guadalajara, Zapopan y Tonalá está reprobados, mientras que los de Tlaquepaque y Tlajomulco están aprobados.