Entre las sorpresas que arrojaron las encuestas que durante la semana pasada presentó el periódico Mural, está que si este mes hubiera elecciones el partido Movimiento Ciudadano (MC) habría perdido las alcaldías del Tlajomulco con el PRD, Zapopan con el independiente Kumamoto y la de Guadalajara con el priista Miguel Castro Reynoso.
De los municipios donde hoy gobierna MC, el dos veces exalcalde de Tlaquepaque y exdiputado local por Guadalajara es el único priista que podría vencer a los emecistas, quitándoles la joya de la corona.
Miguel Castro es un político peculiar dentro del PRI.
Tres veces ha sido candidato de mayoría, las tres en condiciones adversas, y ha salido vencedor.
En la primera, para la elección de alcalde de Tlaquepaque del 2003, siendo muy joven, fue propuesto por el grupo político priista de ese municipio para que encabezara la planilla de candidatos a munícipes. El panorama no alentaba expectativas para el PRI en esa elección.
Pero Miguel Castro aceptó el reto y le entró a ganar. Tal vez en esa primera experiencia le agarró el gusto a la calle, la que la gran mayoría de los políticos evitan o no suelen frecuentar.
Seis años después, en el 2009, otra vez en una elección cuesta arriba, Castro aceptó el reto de ser candidato a alcalde de Tlaquepaque y volvió a ganar. Le ayudó sin duda que en su primer período no tuvo señalamientos de corrupción y la cercanía que siempre mantuvo con la gente en la calle.
Para la elección del 2012 se aventó otro salto al vacío. Esta vez como candidato a diputado local de mayoría en Guadalajara, en el muy complicado, para el PRI, distrito 14.
Fuera de su zona electoral de confort, Tlaquepaque, Miguel Castro le entró de lleno a la calle y logró convencer a la mayoría de los electores.
Su paso personal por el Congreso del Estado también lo hizo sin escándalos de corrupción y renunciando a las prebendas de las que gozan los legisladores.
Su forma de hacer política en mucho no encaja en el estilo tradicional y rancio, tal vez por eso dentro y fuera del PRI muchos lo ven como un bicho raro.
Desde hace más de un año es el titular de la Secretaría de Desarrollo e Integración Social (SEDIS) en el Gobierno del Estado.
Tal vez por las anteriores razones los tapatíos lo consideran para elegirlo como su alcalde.
En Miguel Castro el PRI, que tiene una caballada muy flaca, tiene una buena carta para competir por la capital de Jalisco en el 2018.