Rocío Corona Nakamura, diputada local, quiere ser presidenta municipal de Guadalajara…. ¿los tapatíos la quieren como su alcaldesa?
Corona Nakamura ha impreso un estilo desconocido en la actual Legislatura y en particular en su fracción parlamentaria, que nunca demostró las ocasiones anteriores en las que ocupó una curul o fue regidora tapatía.
Hoy el escenario mediático la deslumbró y ha trabajado más en ese sentido: en ganarse los espacios en los medios de comunicación, al advertir que hoy los cargos de elección se ganan más que por la capacidad, por la popularidad… aunque en otras ocasiones juega el factor de género o la voluntad de la cúpula partidista.
A diferencia de años idos, hoy Rocío Corona ha preferido la estridencia que sabe le gana espacios en algunos medios de comunicación acostumbrados a irse por el escándalo. Pero también ha decidido actuar más con el hígado que con el cerebro, más por la fidelidad al grupo político al que pertenece que por la serenidad y el análisis de los hechos.
Su propuesta ayer al pleno del Congreso para que el Auditor Superior del Estado fuera separado del cargo en tanto la Procuraduría del Estado lleva a cabo una investigación de una denuncia penal “en contra de quien resulte responsable”, y no del Auditor mismo, da fe de todo lo descrito líneas arriba.
A pesar de ser abogada, prefirió dejarse llevar por el estómago antes que actuar de acuerdo a la legislación, alguna de la cual ella aprobó en las ocasiones anteriores en la que fue diputada. Y si no fue así, entonces peor aun, pues demostró una ignorancia que es de dar miedo por ser legisladora y aspirante a gobernar los destinos de la segunda ciudad más importante del país.
Claro, consiguió lo que buscaba: que algunos ingenuos la elevaran al rango de heroína, la quisieran colocar en un pedestal y la llenaran de elogios, aplausos y felicitaciones.
Eso habla, por supuesto, también del nivel de sus seguidores.
Pero no. Rocío Corona Nakamura no tiene el nivel para ser la primera mujer que gobierne Guadalajara. Le falta mucho. Y lo demostró ayer y lo demostró hoy, cuando en una entrevista radiofónica donde la declararon su heroína, se atrevió a decir que les faltaron dos votos para lograr la remoción del Auditor Superior.
Cuando declaró en un arrebato de autoritarismo que “si nosotros lo nombramos, nosotros podemos quitarlo”, al referirse al Auditor Superior.
No. Rocío Corona Nakamura no puede gobernar Guadalajara.