En diez días se han dado dos enfrentamientos entre comerciantes ambulantes y autoridades policiacas. Los resultados de los mismos son completamente diferentes.

El 25 de noviembre la policía del estado implementó un operativo que se realizó con personal uniformado y con equipamiento. Donde los mandos de la corporación sobresalían por su estatura y complexión física, pero, destacaban entre la tropa por no usar protección alguna.

Ese día fue Francisco Alejandro Solorio Aréchiga Comisionado de Seguridad Pública del Estado, el que personalmente dirigió el operativo y habló con los comerciantes que bloqueaban la Calzada Independencia y Javier Mina, en esa ocasión fue muy enfático al dirigirse a los ambulantes: “Los invito a subirse si no mi gente los va a subir”. Al no haber respuesta, Solorio que tiene fama de todo al frente de la corporación policiaca del estado, menos de blandito; dio media vuelta y autorizó a sus mandos operativos a proceder.

“Vamos a avanzar y ni un paso atrás” fue la indicación de uno de los mandos cuando se dirigía a sus subordinados que lo escuchaban atentos.

“Aléjese a la verga no pasa nada,” era el tono que otro de los mandos encargados usaba para dirigirse a los curiosos que intentaban acercarse al grupo de policías.

“Pasó de carga”, “Nadie se mueve”, “Pasó de carga”,  “Animal aguanten la línea”, “Pasó de carga” gritaba el mando operativo a su gente.

Así avanzaron sobre los comerciantes, que ya habían sido dispersados por el gas lacrimógeno con que habían sido atacados.

“Venga aquí Guadalajara para abrir la línea” dice el mando a cargo de la policía estatal, a unos cinco policías del ayuntamiento de Guadalajara que hasta entonces aparecen en escena, su Comisario no se ve por la zona.

Los policías estatales hacen correr a los ambulantes y toman control de la zona, en ese preciso momento ordenan a Movilidad abrir las vialidades, siendo varias patrullas con sirena abierta y códigos quienes corren por las avenidas antes cerradas por los comerciantes.

No se presentaron quejas por lo sucedido en la Calzada y Javier Mina.

Las diferencias que yo encuentro entre este operativo y, el zafarrancho protagonizado ayer entre la policía municipal de Guadalajara y los comerciantes del centro, son:

-Una estrategia previa al momento de la actuación de la fuerza pública. Es decir un plan de ataque sí se requería.

-Una autoridad que enfrentó a los manifestantes y fue tajante.

– Antes del operativo, mientras se realizaba el operativo y después del operativo, el Comisionado de Seguridad Pública del Estado estuvo presente coordinando las acciones.

-Había mandos operativos que sabían qué y cómo realizar lo planeado.

-Personal capacitado y entrenado para recibir órdenes.

-El no permitir un manejo político del desalojo de los comerciantes de Obregón y San Juan de Dios. Caso contrario con los comerciantes de la zona centro, donde lo político busca estar sobre lo legal.

El mal manejo de la manifestación de ayer deja al ayuntamiento de Guadalajara un total de 104 quejas ante la CEDHJ.

También pone en evidencia al titular de la Comisaría de Seguridad Pública de Guadalajara, Salvador Caro Cabrera, quien justifica los hechos violentos de ayer diciendo “personas de Obregón, que se dedican a actividades delictivas, estuvieron infiltradas en esta actividad”, dice que si sus elementos hicieron algo indebido serán sancionados. Pero de su falta de previsión y planeación para este tipo de actos recurrentes en otras administraciones de Guadalajara, y por tanto predecibles, no dice nada.
Recuerde…

“En política, nada ocurre por casualidad.

Cada vez que un acontecimiento surge,

se puede estar seguro que fue previsto

para llevarse a cabo de esa manera.”

Franklin D. Roosevelt.