Con la elección de los dirigentes de los comités municipales el próximo domingo, el Partido Acción Nacional arranca su carrera interna con miras a las elecciones del 2015, a la que le seguirá luego la elección del Consejo Nacional, el relevo de su dirigente nacional -que sería el año próximo-, posteriormente el Consejo estatal y cerrar con el cambio de dirigente estatal.
Sin duda alguna que los comicios panistas que llaman la atención son los que corresponde a Guadalajara donde los contendientes representan a grupos internos que, a la vez, también ya tienen a sus propios precandidatos a las alcaldías.
En Guadalajara la contienda parece estar cerrada entre Irving Ávila y Carlos Salinas, mientras en Zapopan la lucha está entre Ramón Ramírez y Oscar Olivares.
Donde algunos aspirantes van prácticamente como “miel sobre hojuelas” es en Tlaquepaque y Tonalá, pues mientras en el primero se da como un hecho la victoria de Iván Luna, obviamente del grupo de los Cortés Berumen (Hernán e Isaías), en el segundo se presume un triunfo sin mayores problemas de Alvaro Alatorre, hermano del regidor Apolinar.
Los escenarios anteriores obligarán a que los ojos de propios y extraños estén posados en lo que sucederá en Guadalajara y Zapopan, pues con ello no sólo se vislumbran los aspirantes alcaldías que se colocan con ventaja frente a sus opositores, sino que estaría en juego una posible alianza del PAN con el Partido Movimiento Ciudadano.
Y es que como lo comentamos en una entrega anterior, al interior del panismo se asegura que los promotores de una probable  alianza de esta naturaleza serían Irving Ávila en Guadalajara y Ramón Ramírez en Zapopan.
Así, mientras se acerca el día de la contienda panista, el clima se “calienta” entre los grupos de quienes buscan ser los nuevos dirigentes municipales.