Sin decir “¡agua va!” quien fungiera como jefe de la Oficina de la Presidencia -entienda ese cargo como usted quiera- del Ayuntamiento de Guadalajara, Ismael Orozco Loreto, cobró su última quincena el pasado fin de semana y dejó el cargo. Hoy ya tiene una nueva responsabilidad en la Secretaría de Energía, como director general de Vinculación Institucional.
A mes y medio de que concluya la administración priista de Ramiro Hernández García y que éste le entregue la estafeta de la alcaldía al ex priista y hoy líder moral del Partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, Orozco Loreto prefirió no participar en la entrega-recepción ante quienes alguna vez fueron sus correligionarios en el PRI y hoy son destacados alfaristas, como Enrique Ibarra Pedroza y Salvador Caro Cabrera.
Hoy Ismael Orozco regresa a hacer mancuerna con el titular de la SENER, Pedro Joaquín Coldwell, como en tiempos de Carlos Salinas de Gortari, cuando éste último fue secretario de Turismo y el jalisciense el subsecretario, luego de haber iniciado el sexenio salinista como diputado federal.
La intempestiva salida de Orozco Loreto tiene sin duda que ver con el resultado electoral negativa para el PRI el pasado siete de junio y la llegada de los ex priistas hoy futuros funcionarios municipales bajo las siglas del partido naranja. ¿O por qué no esperó a que concluyera el trienio el día último de septiembre para salir acompañando a Hernández García como lo acompañó en la llegada hace tres años?
¿O por qué como Jefe del Gabinete o de la Oficina de la Presidencia no encabezó él a los actuales funcionarios tapatíos designados para la entrega-recepción a quienes los relevarán en la administración municipal? No veo otra razón de la prisa de Ismael Orozco por dejar su cargo precisamente en momentos cuando estaba obligado a tratar con quienes llegarán a gobernar.
En términos coloquiales, el también ex presidente municipal de Zapopan terminó por “aventar la toalla” antes de tiempo. ¿O es que a Pedro Joaquín le urgía que Ismael asumiera ya el cargo, como una cosa de “vida o muerte”? ¡Por supuesto que no!
Previo a que se conociera que Ismael Orozco dejó su cargo en el Ayuntamiento tapatío, trascendió que el alcalde Ramiro Hernández García tiene ya prácticamente asegurada una nueva responsabilidad con quien a partir de hoy jueves será el nuevo dirigente nacional del PRI, Manlio Fabio Beltrones Rivera.
Cuentan que Beltrones le asegura a Ramiro que al término de su gobierno tendría un lugar en su equipo, ya fuera en alguna secretaría del gabinete o en el propio partido. Otras voces no descartan hasta la posibilidad de que Hernández García llegue a la Sagarpa.
Recuérdese que de la mano de Beltrones los dos únicos jaliscienses que formaron parte del equipo de transición de Enrique Peña Nieto como presidente electo fueron María Esther Scherman Leaño y el propio Ramiro Hernández.
Ahota hay que esperar para confirmar si fue cierta o no la versión de que Ramiro Hernández será colaborador del nuevo dirigente nacional del PRI. Al tiempo.