De los 76 mil 584 tapatíos que acudieron a los centros de recepción en el proceso de ratificación de mandato que organizó el Ayuntamiento de Guadalajara, el 86% -o sea 65 mil 855- le refrendaron su apoyo al presidente municipal Enrique Alfaro Ramírez, mientras 9 mil 533 marcaron el recuadro del “NO” y un mil 196 decidieron anular su boleta.
Si bien fue rotundo el apoyo obtenido por Alfaro Ramírez de los que participaron, en base a la totalidad de las boletas impresas -que conforman el 100% de los potenciales votantes esperados por los organizadores-, y que ascendió a 165 mil, fue mayor el porcentaje de los tapatíos que le enviaron un claro mensaje a las autoridades del partido Movimiento Ciudadano:
“¡Ay, qué flojera me dan…!”.
Y decidieron no participar, quedándose sin utilizar 88 mil 416 boletas, o sea más de las que se utilizaron y que significó una abstención del 53.5%.
Por si eso fuera poco para el alcalde de Guadalajara, el presidente municipal de Tlajomulco, Alberto Uribe Camacho, emitió un comunicado de prensa en el que presume que en este ejercicio de consulta ciudadana derrotó a sus dos antecesores, Alfaro Ramírez e Ismael del Toro Castro, al haber obtenido una mayor cantidad de votos a favor de su permanencia que los obtenidos por éstos dos.
Y la diferencia con Alfaro fue contundente.
Mientras que como alcalde de Tlajomulco, Enrique Alfaro logró que 17 mil 87 ciudadanos le reiteraran su apoyo para que permaneciera en el cargo o que evaluaban favorablemente su labor en 2011, seis años después Uribe Camacho obtiene el respaldo de 22 mil 849. O sea, 5 mil 762 tlajomulquenses más.
En su momento, en 2014, Ismael del Toro también obtuvo una votación mayor que la de Alfaro, al registrar 18 mil 705 votos. Una ligera ventaja.
En su cuenta de Twitter, Enrique Alfaro calificó el día de ayer como “histórico para Guadalajara”, confesó que “me quedo satisfecho” y reconoció que “seguro hay mucho qué mejorar, pero esto ya empezó”, pidiendo que “ojalá se replique en todo México”. Y agradeció a los poco más de 76 mil ciudadanos que participaron “sin importar si lo hicieron por el SI o por el NO”.
Así, pues, ya nadie puede afirmar que las autoridades municipales organizadoras de su autocalificación engañaron a los tapatíos, pues fue mayor el número que no se dejó engañar y no participó… de los esperados, claro.