El padre Tomás de Híjar Ornelas rechazó que su opinión inicial sobre la polémica obra denominada “Sincretismo”, signifique que la pieza “tiene la autorización de la Arquidiócesis de Guadalajara” como lo aseguró el aspirante a la gubernatura por el partido Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, ante algunos habitantes de San Ignacio Cerro Gordo el miércoles pasado cuando salió nuevamente en su defensa.
Tomás de Híjar afirmó categórico:
“¡Eso es falso, es falso…! En honor a la verdad, mi opinión la hice a título personal como profesor de Iconografía Cristiana de la Escuela de Conservación y Restauración y así quedó por escrito. Yo no represento a la Arquidiócesis de Guadalajara, yo soy clérigo, claro, y a mí se me pidió un punto de vista muy preciso, muy concreto y así lo respondí”.
Dijo que sostiene la versión que vertió en ese documento por escrito, en base a lo que a él le mostraron y vió: “Un boceto de 60-65 centímetros de altura, en donde se apreciaba con claridad ese juego de luces que terminó siendo el proyecto de Ismael (Vargas, el autor de la obra). Y agregó:
“A mí se me consultó, no como eclesiástico ni mucho menos como representante de la Arquidiócesis de Guadalajara, sino como profesor de Iconografía Cristiana. Ese es mi tema y lo he estudiado muchísimo. Se me hizo una consulta privada y respondí por escrito, y no recibí ninguna bonificación al respecto…”.
En entrevista exclusiva con Marcatextos, también negó que su opinión se la haya pedido y él se la haya dado al entonces presidente municipal de Guadalajara Alfaro Ramírez, quien ha utilizado el nombre del padre De Híjar Ornelas para justificar su financiamiento, colocación y defensa de “Sincretismo”.
El entrevistado afirmó:
“Que le quede claro a todos: yo le contesté a título personal, como profesor de Iconografía, a Ricardo Duarte, no a la Secretaría de Cultura de Guadalajara, no al gobierno de Enrique Alfaro…”.
¿Qué opina que se utilice su persona y su opinión en discursos y mítines políticos para defender esta obra que ofende a los católicos y tanta polémica ha provocado?
– Porque no había más, ahí está el vacío, ahí está la laguna. ¡Qué carambas vamos a hacerle! Pero qué desafortunado que quien gestó esta obra de arte público no tuviese la sensibilidad de valerse de un equipo de especialistas para calificar estas obras.
Y entonces arremetió:
“Me queda claro que en este caso, don Enrique Alfaro no es ajeno a lo que pudo haber pasado si en su equipo de la Secretaría de Cultura no contaban con un personal suficientemente imbuido en estas cosas como para evitar esta situación”.
Fue enfático al decir que ante todo el problema generado por la obra “Sincretismo”, tendrá que esgrimirse y analizarse “lo que no debió de haber pasado a tiempo: que se autorizó, que se avaló y que se justificó este proyecto. Que la Secretaría de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara debió de haber tomado en cuenta muchos elementos que no debieron de haber provocado éste estado de irritación. También debieron de haberse esgrimido otros argumentos en torno a la oportunidad de esa pieza, a su ubicación, a su resultado final. ¡Eso rebasa con creces lo que yo puntualmente opiné! ¡Yo quedé entre la espada y la pared…!”
Luego lamentó y recriminó:
“Nada de esto debió de haber sucedido. Lamento muchísimo  que se hayan generado estos roces, que se haya politizado el tema (…). Creo que quienes proyectaron, apoyaron, acogieron y fomentaron esta obra debieron de haber tomado en cuenta todas las posibilidades que había. Y si quisieron ser provocadores, pues… ¡lo lograron! ¡Vea los resultados!”.
Por último, el padre Tomás de Híjar criticó al programa de arte público del gobierno de Enrique Alfaro. Así lo dijo:
“¡El arte público debe nacer en el lugar y no sembrarse! Lo desafortunado está en que: ‘voy a hacer esto, con tanto dinero, vamos sorteando los proyectos, y luego elegir nosotros, y luego a ver dónde lo sembramos…’ ¡Esas cosas no se hacen así!”.