Si el anuncio de que el Ayuntamiento de Guadalajara gastará 4.5 millones de pesos del erario público para comprar una escultura gigante en forma de maceta con rostro que será colocada en la explanada del templo de Aranzazú generó enorme polémica, enmedio de esa polémica fue inaugurada ayer la que se anunció como “la primera escultura del programa de Arte Público”.
El lugar -no hay explicación del por qué ahí-: el camellón de la transitada avenida Américas en su cruce con Pablo Neruda. La obra: una enorme pluma o plumota, que tendrá iluminación interna en la parte superior de color rojo. Su costo: casi 1.4 millones de pesos.
Hasta pareciera que el Ayuntamiento de Guadalajara está en competencia con el de Zapotlanejo en donde su alcalde ex panista y ahora pemecista, Héctor Álvarez, se empeña en presumir objetos grandotes como “La “Catrina”, la piñata o los juegos mexicanos (trompo, balero, etc.), siempre en busca del record Guinnes.
Durante la develación de la obra se escucharon dos discursos por demás polémicos a final de cuentas. El del alcalde Enrique Alfaro Ramírez, y el de la directora de Cultura Municipal, Susana Chávez Brandon.
El discurso de Alfaro Ramírez no se salió del guión en su tono: retador como ha sido el de las últimas semanas. Luego de recordar que este programa de “Arte Público” se anunció el pasado 25 de agosto de 2016, se acordó de sus detractores a los que refiere en cada discurso. Dijo:
“(…) Una ciudad sin arte público, es una ciudad sin amor propio, y eso tenemos que entender y decirles a los críticos más duros de este programa, a quienes han pretendido decir y hacer creer a la ciudad que cuando Guadalajara tiene tantas urgencias, tantas necesidades, se tendría que dejar de invertir en esto que nos da identidad…”.
Y agregó:
“Desde ahorita les decimos (a sus detractores): pueden hacer lo que gusten, pueden hacer lo que quieran, nosotros vamos a seguir hacia adelante con el proyecto de arte urbano para la ciudad y lo vamos a hacer porque creemos en el futuro de Guadalajara…”.
Y cerró:
“Este gobierno tiene una agenda y la va a defender hasta el final de mi administración, la vamos a sacar adelante…”.
Luego vino el discurso de Chávez Brandon quien pisó el terreno de la polémica cuando dijo:
“La pieza de hoy es un homenaje a los escritores, a los literatos, (…), y es un recordatorio de todos estos periodistas y escritores caídos…”.
¿A qué se refiere Susana Chávez con “periodistas y escritores caídos”? ¿Qué fueron asesinados por ejercer su profesión? Es la interpretación más lógica. ¿O a los periodistas y escritores que simplemente han fallecido?
Pero, ¿a qué “periodistas caídos” se refiere la funcionaria? ¿De dónde? ¿De Guadalajara -¿cuáles?-? ¿De México -muchos-? ¿Del mundo?
¿A qué “escritores caídos” se refiere Susana Chávez? ¿De dónde? ¿Por qué?
¿Dónde está la alegoría o la interpretación en una pluma gigante -o plumota- con el asesinato de un periodista o un escritor por ejercer su oficio, colocada en una zona conocida como “financiera” y en una de las avenidas más transitadas de la zona metropolitana que poco o nada podrá admirarse salvo por las noches cuando se encienda su luz rojiza que quizás se pierda con la intensidad del alumbrado de toda esa área?
La verdad, no entiendo dónde está, pues, esa relación de una pluma gigante con el asesinato de un periodista o un escritor.