Enmedio de la trasnochada por despedir 2014 y darle la bienvenida al año nuevo y el proselitismo emprendido por los aspirantes a las presidencias municipales, prácticamente pasó desapercibido el mensaje que el cardenal José Francisco Robles Ortega, Arzobispo de Guadalajara, envió a todos los partidos políticos y sus candidatos con motivo de sus campañas políticas con miras a las elecciones de junio próximo.
Si deveras estos aspirantes tienen un compromiso con los ciudadanos a quienes acudirán a pedirles su voto, bueno sería que tengan en mente lo dicho desde el altar del templo de San Bernardo -el pasado día último de 2014- por el cardenal Robles Ortega. Aquí sus palabras:
“El pobre puede ser esclavizado políticamente, usado políticamente, como si fuera un objeto, no para promoverlo a que salga de su pobreza sino sencillamente para que emita un voto a favor de un partido y esa es una forma de esclavitud que por tanto hay que reprobar y hay que superar…
“No queremos que los pobres sean utilizados para fines políticos sino que sean integralmente promovidos para que sean libres, seres humanos con toda su dignidad y con todos sus derechos, y queremos que se elimine toda forma de corrupción, pues lleva a todo tipo de complicidades que someten a unos a ser el escalón de unos sobre otros y tampoco lo debemos permitir…”.
Luego reveló que ya se ha reunido con algunos candidatos, sin mencionar sus nombres, pero compartió lo que les ha dicho:
“En el acercamiento que con algunos (candidatos) he tenido, les digo que es una demanda y una prioridad devolverle a la política su escénica y su escénica es servir, las necesidades de la comunidad, de la mayoría, y no servirse de las necesidades de los demás…”.
Ningún candidato o gobernante puede ignorar las palabras del cardenal Robles Ortega. Ningún candidato o gobernante puede decir que a él “no le queda el saco”. Ningún candidato o gobernante puede decir que el Arzobispo de Guadalajara habla sin conocimiento de causa o que se refiere a los políticos, candidatos y gobernantes de los partidos contrarios. No. En esta referencia que hace el cardenal Robles Ortega de que los candidatos y sus partidos promueven al pobre más para emitir un voto a favor que para ayudarlo a salir de la pobreza, todos están incluidos, porque en menor o mayor medida todos incurren en la misma conducta.
Baste anotar que en campaña, muchos candidatos suelen iniciarla visitando una de las colonias más pobres del municipio que pretenden gobernar, y luego a lo largo de la campaña visitan otras tantas que terminan por olvidar cuando llegan al gobierno. A varias de estas colonias sólo acuden en campaña y en los tres años en el poder nio por equivocación regresan.
Por eso es importante subrayar el mensaje del cardenal José Francisco Robles Ortega, para que ningún gobernante crea que un ciudadano es sólo un voto más.