El jueves pasado, en mi columna “Entre Semana” en El Diario NTR Guadalajara advertí que pese a la petición del gobernador Aristóteles Sandoval Díaz al Congreso del Estado de dejar sin validez la terna que envió para la elección del fiscal anticorrupción -integrada por Andrés Talamantes Lobato, Lilia Iris Morán Ferrer y Rogelio Barba-, quien era no el favorito sino el acordado para ocupar el cargo, Talamantes Lobato, seguía “vivo”.
Y ahí planteaba un escenario de cómo podría designarse al presidente del Colegio de Notarios de Jalisco, allegado al alcalde Enrique Alfaro Ramírez y, por ende, candidato del alfarismo, llegando al extremo de desechar la primera y segunda ternas presentadas y que la designación se determinara vía insaculación, con lo que de esa manera se aseguraba la designación de Andrés Talamantes en el marco de la ley.
Pero el coordinador de la bancada alfarista en el Congreso del Estado, Ismael del Toro Castro, no sólo confirmó o ratificó mi hipótesis -de que Talamantes seguía “vivo”- sino que ofreció otro escenario a través del cual hacer que se cumpla lo pactado en los “sótanos” del poder e, incluso, por una vía más corta: desechar la petición del Mandatario estatal y designar al zar anticorrupción de entre los integrantes de la primera terna… siempre y cuando haya complicidad de las otras fracciones parlamentarias.
Ismael del Toro declaró:
“Nosotros apostamos porque el proceso de elección del Fiscal se resuelva en definitiva en la próxima sesión. Encontramos que de los tres perfiles se puede buscar a la persona idónea para que esté al frente (de la Fiscalía Anticorrupción)…
“De estos perfiles hay que analizar su trayectoria, su calidad moral, su probidad. Es mucho más importante para elegir el perfil de fiscal la trayectoria personal que el examen técnico….”.
Sin duda este es un mensaje del alfarismo en el sentido de que están decididos -por no decir que aferrados- a que su candidato, Talamantes Lobato, sea el primer zar anticorrupción, pero para que pueda concretarse como él dice requiere de la complicidad, principalmente, de los diputados del PRI a fin de alcanzar los votos de 26 diputados, que son las dos terceras partes de los integrantes del pleno legislativo.
Los diputados alfaristas saben que si en las tres rondas de votación uno de los tres aspirantes no obtiene los 26 votos, esa terna se desecha y se solicita al gobernador que envíe otra, de la que también puede no salir el ungido, dando paso entonces a elegir al fiscal anticorrupción por la vía de la insaculación y sería ahí donde está la oportunidad para que “coincidentemente” la papeleta que se elija tenga inscrito el nombre de Andrés Talamantes Lobato.
Habrá que esperar lo que suceda en estos próximos días.
Al tiempo.