El anuncio que hizo hoy Enrique Alfaro Ramírez de ya no regresar a las filas del Partido de la Revolución Democrática era simplemente cuestión de tiempo, y quizás la única sorpresa en el mismo es que fue secundado por los ediles de Ahualulco, Poncitlán y San Gabriel.
De hecho, Alfaro Ramírez rompe con el PRD sin ser ya militante; o sea que lo único que confirmó hoy es que ya no se reafiliará a ese partido, y decide poner en manos de su agrupación Alianza Ciudadana su futuro político que, sin embargo, estará supeditado a que logre concretar alguna coalición con otro partido político.
Así lo dijo en el mensaje que leyó ante los reporteros, aunque de manera contradictoria, pues al tiempo de que calificó a los partidos políticos que se opusieron a la reforma política de “mezquinos” por no aprobar las candidaturas independientes, reconoció que “para competir en el 2012 tendremos que participar coaligados con uno o varios partidos políticos”.
Por cierto, trascendió que Alfaro Ramírez se ha acercado a algunos de los alcaldes metropolitanos del PRI con miras a ir “tejiendo” alguna posible alianza.
Pero quizás a los alfaristas les faltó más firmeza en su decisión, pues para tomar esta decisión esperaron hasta el último minuto de las negociaciones con los representantes del CEN perredista a sabiendas de que nada iban a obtener de la contraparte, o sea del Grupo Universidad.
Por otro lado, los números que maneja Alfaro en su discurso son cuestionables, pues dice que se engañó a 50 mil jaliscienses que se afiliaron al PRD haciéndoles creer que participarían en la elección de su nuevo dirigente. Hasta donde sabemos, nunca vimos protestar a militantes perredistas que no fueran integrantes de la corriente Sol Naciente, exigiendo elegir a su dirigente.
Tampoco creemos que esos 50 mil jaliscienses aspiraban a elegir como dirigente al candidato que apoyara Enrique Alfaro.
Asimismo, destaca que hoy el PRD “ha dejado de gobernar a 502,058 jaliscienses”, habitantes de los municipios de Tlajomulco, Poncitlán, Ahualulco y San Gabriel”, pero vale la pena subrayar que de esa cantidad sólo 37 mil 331 votaron por los hoy alcaldes en tanto que fueron más, 55 mil 579, los que lo hicieron a favor de los candidatos del PAN y PRI en esos cuatro municipios.
Pero aun más, una cosa es que renuncien al PRD los alcaldes mencionados y otra que lo hagan también todos los militantes que votaron por ellos.
Así, pues, es cuestión de tiempo para confirmar las opciones de Alfaro: se alía con el PRI, pero nunca para ser su candidato a la gubernatura, o acepta ser postulado por Convergencia y PT a cualquier cargo de elección popular.