A 48 horas de que concluya su campaña por la gubernatura bajo el patrocinio de los partidos Movimiento Ciudadano y del Trabajo, Enrique Alfaro Ramírez se asumió como “un político que ha ganado y ha perdido elecciones” y definió a su agrupación Alianza Ciudadana como “un movimiento político”.
Incluso, no descartó la posibilidad de que más adelante esta agrupación -creada durante su administración municipal en Tlajomulco como “catapulta” para su aspiración de ser candidato a Gobernador-, se convierta en un partido político, según declaró al periodista José Ángel Gutiérrez, en la primera emisión del informativo Radio Noticias 1070, el pasado lunes en una entrevista mañanera.
Con un tono de voz menos estruendoso como era su característica en semanas anteriores, Alfaro Ramírez confesó que respetará el resultado de las elecciones. “Sea cual sea la decisión que la gente tome (el 1 de julio), la aceptaré.”, aseguró, y añadió:
“Voy a aceptar los resultados del domingo… Soy un político que ha ganado y perdido elecciones, tengo los pies en el suelo, estoy preparado emocionalmente para lo que los ciudadanos decidan. No tengo ningún problema, yo sé que las elecciones se pueden ganar y perder, pero ya lo que hicimos hasta hoy me llena de satisfacción.
“El simple hecho de romper el bipartidismo en Jalisco ya representa un gran avance…”, presumió.
Pero no perdió la oportunidad de criticar duramente a la autoridad electoral de la que forma parte su ex socio en la empresa Ocean View, el consejero Víctor Hugo Bernal Hernández. Así se refirió al Instituto Electoral del Estado:
“La autoridad electoral… ¡me da vergüenza, pena ajena!”. Enfatizó que “el árbitro electoral está desacreditado”, aunque no explicó por qué, pero dijo confiar en los ciudadanos que cuidarán la elección “porque no responden a los intereses del Instituto Electoral que es como una delegación estatal del PRI”.
Luego asumió lo que para sus adversarios es su postura de victimizarse:
“Nos han hechado en el último mes todo el caballo encima; nos han querido convertir en una especie de demonio. Antes nadie decía nada de mí, seguramente antes era muy bueno, y de repente mo volví muy malo. Pero así es esto. Si no hablaran de nosotros sería señal de que no vamos avanzando.
“La guerra sucia que emprendieron en nuestra contra no les funcionó. Pudimos salir adelante, porque a mí podrán inventarme lo que quieran, pero nadie podrá decirme ratero, corrupto o incumplido…”, aseguró.
Cuando se le preguntó qué sucederá con el Partido Movimiento Ciudadano después del uno de julio, inmediatamente se desmarcó del futuro del partido que lo adoptó como su candidato:
“No lo sé, como partido no lo sé. Lo que sé es que este movimiento que hemos construido va a confirmar, suceda lo que suceda… vamos a seguir defendiendo las ideas por las que luchamos en esta elección (…). Después de esto tendrá que venir una profunda reflexión que nos permita darle un nuevo sentido al movimiento político que construimos”.
Contra lo que en campaña definía como un “movimiento ciudadano”, ahora en esta entrevista lo definió como muchos lo hemos visto: “Este movimiento político tiene que redefinir sus rutas de acción, y lo que te puedo asegurar es que será un movimiento que se consolide, que se fortalezca y crezca mucho en los próximos años”.
Entonces el periodista le preguntó:
¿Alianza Ciudadana seguirá siendo una asociación o un instituto (político)?.
Y su respuesta fue bastante clara, si dejar duda sobre el futuro de esta agrupación:
– Podría ser (instituto político), aunque hay que esperar a ver cómo evoluciona la reforma política con el tema de las candidaturas ciudadanas, la posibilidad de ir rompiendo poco a poco con la lógica de los partidos nacionales para pensar más en los partidos locales o regionales.
“Todavía no podría decir, aunque hay que hacer una reflexión muy responsable”, concluyó.