Me da la impresión que el diputado Guillermo Martínez Mora  anda desesperado…
Me da la impresión que no midió el terreno que pisaba y ahora ya no sabe cómo salir bien librado, luego de que decidió formar el “Bloque Opositor” en el Congreso del Estado, junto con sus compañeros de curul y de partido, Alberto Esquer y Víctor Manuel Sánchez, y aliarse con los cinco diputados alfaristas del Partido Movimiento Ciudadano.
Me da la impresión que desde aquel martes 21 de enero, cuando se presentó ante la sociedad el “Bloque Opositor” y ahora que ha sido llamado a comparecer ante la Comisión de Asuntos Internos del Comité Estatal, Martínez Mora no encuentra la forma de tomar una determinación: seguir o no en las filas de Acción Nacional.
Me da la impresión de que tiene sentimientos encontrados…
Me da la impresión.
Y es que ese martes 21 y días posteriores, emprendió una campaña en los medios de comunicación y a través de las redes sociales para tratar de convencer lo que nadie creyó ni cree: que su alianza con los diputados alfaristas es sólo legislativa y no partidista. Una y otra vez lo decía, lo repetía, lo argumentaba, lo explicaba. Y nadie le cree.
Pero no eso insistía e insiste.
También ha venido insistiendo en que es panista y que lo seguirá siendo. Lo dice una y otra vez; lo reitera un día sí y el otro también; lo subraya “al derecho y al revés”, como si pensara que nadie le cree, que son muy pocos los que le creen o que cada vez son más los que se convencen de que ya no quiere serlo.
A todo lo anterior viene su comparecencia el día de anteayer ante la Comisión de Asuntos Internos y previamente ya había convocado a una rueda de prensa para el día siguiente -o sea ayer- y a primera hora. Como que le urgía hablar de lo que sucedió una noche antes.
Pero, ¡oh, sorpresa! Martínez Mora no habló del tema central que lo llevó a ser llamado por la Comisión de Asuntos Internos de su partido. No reveló detalles de lo que argumentó ante los integrantes de esta Comisión, no explicó en qué consistió dicha comparecencia, con qué explicaciones trató de justificar su alianza con los diputados alfaristas y justificar que para él no vale la pena trabajar con su fracción parlamentaria y sí hacerlo con sus adversarios políticos…
En lugar de eso, recurrió a un tema por demás “desgastado”: “expulsen a otros panistas peor que yo”. Algo así como: “si me van a expulsar, háganlo también con aquellos que son considerados los “villanos favoritos”. Trató de desviar la atención, pretendió que los reflectores se dirigieran a otros personajes y no a él. Pero creo que le falló su estrategia.
Y por si eso fuera poco, César Iñiguez, panista y asesor de legisladores, reveló en su cuenta de Twitter la fotografía de un espectacular (la foto que acompaña este texto) ubicado en la avenida Laureles, en Zapopan, que se refiere a la injustificada alza del pasaje del transporte público ante el pésimo servicio.
Lo firmaban los tres diputados panistas del “Bloque Opositor”: Víctor Manuel Sánchez, Alberto Esquer y el propio Martínez Mora.
Pero había un detalle en el espectacular que el propio César Iñiguez se encargó de recriminarle al ex presidente de la Coparmex: ¿Y dónde está el logotipo del PAN? Simplemente no aparece…
Por eso me da la impresión que don Guillermo Martínez Mora anda desesperado…