A diferencia de aquel incremento a la tarifa del transporte público aprobado casi al cierre de la administración de Emilio González Márquez gracias a una suspensión que el Tribunal Administrativo del Estado (TAE) otorgó a la Federación de Estudiantes Universitarios (FEU), el aprobado en vísperas del período vacacional navideño pasado no correrá la misma suerte.
O más bien: Aristóteles no correrá la misma suerte que su antecesor Emlio.
En una palabra: el aumento de un peso al pasaje del transporte urbano se mantendrá “contra viento y marea”. Me cuentan que no habrá fuerza alguna que lo “eche para abajo”; que no procederá recursos legal y jurídico alguno en su contra que obligue a dar marcha atrás y se quede en un cobro de seis pesos.
Entiéndase: el incremento se “blindó” y “blindado” se mantendrá.
Quizás por eso es que no le “quita el sueño” al Ejecutivo estatal las protestas verbales de fin de año de los partidos Acción Nacional y Movimiento Ciudadano, sabedor de que están en su derecho de ejercer su papel de oposición de manera tal que les sume simpatías que pretendan ver reflejadas en votos el próximo año.
Tal vez por eso es que entiende el papel de la dirigencia de la FEU de declararse en “resistencia permanente” en contra del alza a la tarifa y su anuncio de que ¡hasta febrero! convocará a marchas de rechazo y protesta, cuando el estudiantado haya regresado ya a clases.
Posiblemente por ello sólo atestigue a menos de un centenar de manifestantes que en diciembre pasado y ahora en enero han convocado -con una pobre respuesta- a marchar y manifestarse, incluso a saltarse los torniquetes de una de las estaciones del Tren Ligero para no pagar, como protesta…
No en vano, quizás, es que el titular de la Secretaría de Movilidad, Mauricio Gudiño Coronado, solicite respeto a la decisión de la Comisión de Tarifas…
No en vano, tal vez, es que quienes protestan, al tiempo de recurrir legalmente ante tribunales, pongan mayor énfasis en advertir que estarán al pendiente de que el servicio del trabnsporte público mejore, sea de mayor calidad y cumpla y respete los acuerdos asumidos frente al alza autorizada…
Y es que ambas partes -autoridades y quejosos- saben muy bien que “palo dado… ni Dios lo quita”.
Bueno, eso es lo que dicen… Al tiempo.