Sin duda que el coordinador de la fracción parlamentaria del Partido Movimiento Ciudadano en el Congreso, Ismael del Toro Castro, tendrá que hablar -o quizás ya lo hizo- con su compañero diputado Augusto Valencia López y recordarle varias cosas:

  • Que ya no es regidor de Zapopan.
  • Que tiene un coordinador que es quien marca la pauta a los integrantes de la bancada para mantener una cohesión lógica como grupo parlamentario.
  • Que tiene 13 compañeros de bancada que por supuesto no son como los dos regidores que lo acompañaron durante tres años en el gobierno municipal, Hugo Rodríguez y Margarita Alfaro, que nunca secundaron sus dichos y hechos y mantuvieron con él una “sana distancia”.
  • Que la fracción legislativa a la que pertenece ya dio a conocer cuál será su Agenda Legislativa por la que trabajarán los 14 diputados alfaristas, de acuerdo al guión establecido.

Bueno, cabe decir que Hugo Rodríguez, ex regidor en Zapopan, también hoy es diputado local y bueno sería que pusiera en antecedentes a sus compañeros de curul del por qué prefirió “pintar su raya” con Augusto en Zapopan durante los tres años y aparecer juntos solamente cuando era estrictamente necesario.
Y es que apenas horas después de que los diputados alfaristas aparecieron ante los medios de comunicación para dar a conocer con “bombo y platillo” su agenda legislativa, Valencia López decidió quedarse en el pasado, voltear hacia atrás, y “colgarse” de temas que generaron escándalo mediático su propia agenda personal sobre la que ya dijo que él trabajará: Los casos de la 58 y 59 Legislaturas y el del titular de la Auditoría Superior del Estado que ya la propia Suprema Corte de Justicia de la Nación se encargó de cerrar al fallar a favor de Alonso Godoy Pelayo.
No descarto que Augusto Valencia sea “cilindreado” por quienes gustan de mantener temas sensacionalistas y escandalosos, sin sustento alguno, para hacerse notar y que saben que mejor vocero para ello no puede existir que el ex presidente del Instituto de Transparencia.
Posiblemente Del Toro Castro tenga que recordarle a Augusto Valencia que hay temas y asuntos que legal y jurídicamente ya están concluidos y que escarbarles mediáticamente sólo para aparecer en las primeras planas de algún diario local no es cumplir con la tarea de un diputado que dice estar preocupado por las causas ciudadanas, mucho menos si pertenece a la fracción alfarista del Partido Movimiento Ciudadano.
Ismael del Toro debe de estar preocupado no por la posibilidad de tener en su bancada a un presunto diputado “incómodo”, sino a un compañero de curul que crea que ser diputado es poner a trabajar la lengua en lugar del lápiz y papel.
Seguramente pronto sabremos si a Ismael le preocupó que Augusto traiga su propia agenda o decide dejarlo que se vaya “por la libre” para posteriormente deslindarse de él o deslindarlo de la bancada.
O decide que la mejor receta es la que le aplicaron Hugo Rodríguez y Margarita Alfaro: ignorarlo. Al tiempo.