En su reaparición pública en la Asamblea Estatal de su partido que coincidió con la aprehensión de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, el ex candidato a la gubernatura por el PAN, Fernando Guzmán Pérez Peláez, no tuvo otra opinión al respecto que no fuera que ojalá el detenido declarara sobre la muerte del cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo.
Y refiriéndose a una de las versiones que inmediatamente fue desechada como motivo del crimen del Arzobispo de Guadalajara -de que lo habían confundido con “El Chapo”-, Guzmán Pérez Peláez bromeó respecto al aspecto físico avejentado de aquel.
Como si hubiese sido invocado, se supo días después que Guzmán Loera fue interrogado a bordo de la aeronave que lo trasladó de Mazatlán al Distrito Federal, y ahí habló del asesinato del cardenal Posadas Ocampo aquella tarde del 24 de mayo de 1993 en el aeropuerto internacional, en un enfrentamiento entre las bandas de “El Chapo” y de los hermanos Arellano Félix, donde habría estado el ahora detenido y algunos de los hermanos.
Vale recordar que Fernando Guzmán, de la mano del ahora cardenal emérito Juan Sandoval  Iñiguez, tomó como “bandera” política la hipótesis de que Posadas Ocampo había sido asesinado en medio de un enfrentamiento montado por “altas esferas” del gobierno federal, en los tiempos de Carlos Salinas de Gortari.
O sea, los integrantes del entonces llamado “Grupo Jalisco”, que se enfrentó en diversas ocasiones con quien era procurador general de Justicia en la época del crimen, Jorge Carpizo McGregor -quien concluyó que el asesinato fue resultado de una confusión y enmedio del fuego cruzado-, sostenían que todo había sido un complot y que el objetivo de todo ese enfrentamiento era el cardenal Posadas y no “El Chapo” Guzmán.
Esta es una larga historia ya por muchos conocida que terminó en medio de todo un teatro montado por el “Grupo Jalisco”, en tanto que la tesis de la confusión fue confirmada por varios titulares de la PGR, incluido el panista Antonio Lozano Gracia en el gobierno de Ernesto Zedillo, y aquí en Jalisco por quien era procurador en el gobierno de Alberto Cárdenas, Jorge López Vergara.
Fu el periodista Carlos Loret de Mola quien dio a conocer que, entre otras cosas, “El Chapo” había mencionado en su declaración al cardenal Posadas.
Loret de Mola cuenta que Guzmán Loera declaró que “maté a dos mil o tres mile (personas)…”, y que reconoció que mandó matar a Ramón Arellano pero no al cardenal Posadas, sobre cuyo caso -cuenta el periodista- respalda la versión oficial de que todo fu una confusión.
“El Chapo” habría dicho: “Yo pensé que los Arellano Félix venían en el Grand Marquis (en el que venía el Cardenal), eso me dijeron mis escoltas…”.
Esta declaración de Joaquín Guzmán sobre la muerte del cardenal Posadas, además, reconfirma lo que declararon al respecto varios sicarios detenidos de ambas bandas y, en su momento, los propios hermanos Arellano Félix.
Así, pues, si bien seguramente conoceremos las declaraciones oficiales de  “El Chapo” donde seguramente se tratará el “Caso Posadas”, y de confirmarse lo que se dice dijo en el avión, una vez más se dará la razón al finado ex procurador Jorge Carpizo y se echará por tierra todo el teatro montado con la hipótesis del complot.