Se equivocan quienes creen que el ganador de lo sucedido ayer fue el Auditor Superior del Estado porque no se votó ni aprobó la propuesta de la bancada del PAN  y ahora lo trasladaron a la Comisión de Responsabilidades (de risa), con lo que se ganará tiempo.
¡Nombre! El verdadero ganador de este capítulo que se cerró ayer (porque la historia aun no se acaba y entonces el sentido podría ser totalmente contrario), se llama: José María Martínez Martínez.
¡Y él solito! ¿O acaso -como me comentaron- no se dieron cuenta que ningún otro diputado del PAN se subió a la tribuna a apoyar o defender su propuesta? (¡Gachos!).
Firmante del acuerdo que aprobó el pago a todos los empleados a los que se les adeudaban sus prestaciones, entre ellos el Auditor Superior, ahora Martínez Martínez se vio obligado a arrebatarle la bandera de la pulcritud, la legalidad, la honestidad y la transparencia a quienes tuvieron que cambiar de “chaqueta” a medio camino, y elaboró una estrategia que le dio resultados.
Primero, a sabiendas de que legalmente no procedía actuación alguna en contra del Auditor Superior, el legislador panista también le “robó” la demanda a las organizaciones no partidistas, denominadas ciudadanas, y propuso que el pleno votara el cese inmediato del titular de la ASEJ, pero se le recordó que el asunto estaba en la Comision de Vigilancia.
Luego tras de que esta Comisión por mayoría -los panistas se retiraron- aprobó el informe de la Dirección Jurídica que declaró legales los recursos recibidos por el Auditor y que no ameritaba sanción alguna, en lugar de “matar” el tema “Chema” Martínez fue por su propuesta y volvió a proponerlo.
Los priistas pretendieron “tumbarle” esa propuesta. Primero plantearon se retirara de la agenda de la sesión de ayer. Ante la negativa, amenazaron con que entonces se irían contra algunos diputados panistas de la 58 Legislatura, pero ni así lo doblaron y entonces fue que al PRI no le quedó otra cosa replantear que se enviara el caso a la Comisión de Responsabilidades.
Esto obligó al presidente de la misma, Carlos Briseño, no asistir a la sesión y no aparecrse hoy en todo el día en el Congreso del Estado. Y no es para menos: le dejaron la “papa caliente”.
Seguramente para sus adentros, José María Martínez estaba más que contento cuando ayer veía que los diputados cargaban con todo el “costo” político al no aprobar su propuesta y abrir otra puerta que él mismo se encargó de advertir que no era la correcta.
Y seguramente vio con agrado cómo logró “acorralar” a los diputados priistas, llevándolos a su terreno, a su cancha, inclusive exhibiendo a aquellos diputados que habían exigido el cese del Auditor y que no se atrevieron a votar a favor de su propuesta.
Cuando “Chema” vio cómo la mayoría de diputados aprobaban la propuesta del diputado Luis Armando Córdova, debió de haber pensado para sus adentros: ¡Misión cumplida! ¡Cayeron!
Y efectivamente: sus adversarios cayeron en su juego. Los “chamaqueó” y les dio “jaque mate”.