Replicando los vicios que caracterizaron a las legislaturas que les antecedieron y por las que la imagen del Congreso del Estado, en general, y la de los diputados, en particular, está “por los suelos” y es de las más rechazadas por la ciudadanía, los integrantes de la 61 Legislatura quieren despedirse también en medio del “lodazal”.

No satisfechos con querer “lavarle” la Cuenta Pública 2015 al alcalde de Zapopan, Jesús Pablo Lemus Navarro, con cargos por mil 282 millones de pesos; con haberse pasado la ley “por el arco del triunfo” al legislar en materia procesal y familiar, cuando no están facultados para ello; y con haber sido exhibidos por el Juzgado de Distrito de las irregularidades en que incurrieron en la elección de dos magistrados de la Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa, ordenándoles repetir el proceso, ahora deciden crear una Comisión Especial para la elección del tercer magistrado de esa descalificada Sala Superior del TJA y de dos magistrados para el Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

De manera por demás irregular, y quizás para satisfacer sus muy no claros intereses y evidenciar que no son capaces de elegir mediante los procedimientos marcados por la ley a estos tres magistrados, la mayoría de los diputados aprobó ignorar a la Comisión de Justicia que es la responsable del proceso por ley y aprobaron la integración de esta Comisión Especial, que será presidida por el diputado Hugo René Ruiz Esparza, presidente también de la Comisión de Vigilancia desde la que se opera el “lavado” de la Cuenta Pública 2015 de Zapopan.

Además de lo aberrante que fue crear esa Sala Superior del Tribunal de Justicia Administrativa -en el marco del Sistema Estatal Anticorrupción-, que fue un reverendo fracaso tras la resolución del Juzgado de Distrito, los diputados han dado el paso para elegir al tercer magistrado faltante exactamente cuando ya se les anuló la elección de los otros dos designados en diciembre pasado.

Contra lo que dicen en el discurso, los diputados siguen actuando bajo la regla no escrita, pero respetada por ellos al pie de la letra, de las “cuotas de partido” aún y en el “cacaraqueado” Sistema Estatal Anticorrupción, donde los nombramientos han sido bajo esta condición.

Y es por ello que deciden crear esa Comisión Especial para designar al tercer magistrado de la Sala Superior del TJA -que en eso de la “cuota de partidos” le correspondería al PAN-, en lugar de actuar correctamente y elaborar y publicar una nueva convocatoria para elegir a los tres magistrados -y no a uno solo- que integrarán aquella, luego de que el Juzgado de Distrito invalidó la elección de Avelino Bravo Cacho y José Ramón Jiménez Gutiérrez, quienes de manera también irregular pusieron a funcionar una Sala Superior inexistente, ante la complascencia de los mismos diputados.

¿Por qué la prisa de los diputados de elegir al tercer magistrado para la Sala Superior del TJA? ¿Por qué ignorar el proceso de ley que establece a la Comisión de Justicia como responsable del proceso de elección? ¿Por qué el interés de crear una Comisión Especial? ¿Por qué no iniciar un nuevo proceso para elegir nuevamente a los tres magistrados que integrarán la Sala Superior, en lugar de elegir a uno y luego a los otros dos?

No hay duda, pues, que la agónica 61 Legislatura es fiel heredera de los vicios, irregularidades e ilegalidades de las últimas que le antecedieron, y que los diputados que la integran se terminarán sumergiendo también en el “lodazal” de los intereses partidistas.

Al tiempo.