Una nueva señal de que en las reformas para crear el Sistema Estatal Anticorrupción se mantendrá el reparto de cuotas partidistas está en la decisión de crear una Sala Superior dentro del Tribunal Administrativo del Estado (TAE), luego de que no lograron la salida de los actuales seis magistrados, a dos de los cuales les hicieron “la vida de cuadritos” sin lograr su objetivo.
Al igual que en las reformas a la Auditoría Superior del Estado, donde se incluyen dos nuevos auditores especiales para ser en total tres, también en la integración de la Sala Superior del TAE aparece el número mágico: “tres”. Y dicen que esto no es fortuito ni mera coincidencia.
Se afirma que en la ASEJ los cuatro partidos -PAN, PRI, PRD yY PMC- tendrán un espacio con los cargos destinados al auditor general y a  los tres auditores especiales, mientras que en el Tribunal Administrativo uno de ellos -el PRD- quedaría fuera de la Sala Superior en la que tendría un magistrado el PAN, otro el PRI y el tercero el partido Movimiento Ciudadano.
Incluso, ya trascienden algunos nombres para estos cargos -que pronto confirmaremos y revelaremos- que terminarán siendo los jefes de quienes actualmente integran el TAE: Laurentino López Villaseñor, quien es el presidente; Armando García Estrada, Horacio León, Alberto Barba Gómez, Adrián Joaquín Miranda Camarena y Juan Luis González Montiel.
En su edición del sábado pasado, el periódico El Informador publicó las declaraciones del notario Carlos Enrigue Zuloaga, del abogado Álvaro Rodríguez y del propio magistrado Armando García Estrada, quienes coincidieron en la inconveniencia de crear una Sala Superior.
Enrigue Zuloaga señaló que esta Sala Superior no tiene razón de ser porque los actuales magistrados terminarán realizando funciones de juez; Álvaro Rodríguez advirtió que el TAE se colapsará con las nuevas atribuciones; en tanto García Estrada destacó que un magistrado no puede estar por encima de otro, y reconoció que esta Sala Superior responde más a una decisión política, pero sin razones jurídicas.
Incluso, un punto no menor es que los magistrados que integren la Sala Superior percibirán un sueldo menor al que reciben los actuales magistrados de las salas unitarias, pero seguramente eso no será obstáculo alguno.
Así, pues, quizás cosas como las anteriores expliquen por qué a diferencia de la reforma electoral, la sesión del Congreso del Estado en la que se aprobaron las reformas para el Sistema Estatal Anticorrupción se desarrolló sin sobresaltos ni discusiones, pues finalmente los principales partidos políticos ahí representados alcanzaron una rebanada del pastel.
Al tiempo.