Tema por demás suculento para sacarle “raja” política, el incremento al pasaje del transporte público continúa dando de qué hablar y ha obligado a una serie de movilizaciones que, sin embargo, pese a ser un caso muy sensible para los ciudadanos, no han obtenido la respuesta esperada.
Hasta el momento, las movilizaciones convocadas por organizaciones que promueven el #PosMeLoSalto o el #PosNoMeSubo no han reunido a más de un centenar de personas, pese a que son cientos de miles los usuarios del transporte público y a cuya mayoría, sin duda, afecta en su bolsillo cualquier aumento por pequeño que sea.
A la par de los recursos legales que los inconformes han presentado ante los tribunales, se ha emprendido una serie de acciones que tiene que ver con la supervisión, revisión o fiscalización -llámenle como quieran- de las unidades y del servicio mismo que se presta con el transporte urbano.
La Federación de Estudiantes Universitarios han sido “cabeza” en estas acciones con el programa “Vigilando la Ruta”, con el que pretenden testificar con pruebas presentadas por los propios usarios, las pésimas condiciones en que se encuentran las unidades y el mal o pésimo servicio que se presta a los usuarios.
A esto se suma que en los apenas nueve días del año ya se han registrado cuatro muertes donde ha intervenido una unidad del transporte urbano, aunque vale decir que la responsabilidad no ha sido del chofer de la unidad en todos los casos.
Bueno, pues ante este escenario, el gobernador Jorge Aristóteles Sandoval Díaz anunció anteayer la creación del programa de bienevales para personas de 65años y más, así como para personas con discapacidad, al que se destinarán 35 millones de pesos en beneficio de 44 mil usuarios del transporte público.
Al mismo tiempo, anunció que este año se duplicarán los recursos destinados al programa de bienevales para los estudiantes y ejercer en él 210 millones de pesos, para pasar de 77 mil a 150 mil los beneficiados.
A estos programas hay que agregarle el de los transvales, aun en vigor, con el que también algunos estudiantes pagan una tarifa menor de pasaje.
Sin duda que los beneficiados con estos programas estarán agradecidos por la ayuda recibida en su economía familiar. Sin embargo, ningún apoyo al transporte público será suficiente, justificado y agradecido si, al mismo tiempo, no se recibe un servicio de calidad por parte de los transportistas: concesionarios, subrogatarios y choferes.
Ningún beneficiario agradecerá transporte gratuito si, para empezar, las unidades no son dignas para transportar personas; segundo, si quien las conduce cree que transporta animales, que también es reprobable, y no seres humanos.
Mauricio Gudiño Coronado, secretario de Movilidad,  tiene la última palabra…