En su declaración a los medios sobre la expulsión del PAN del diputado Ricardo Rodíguez Jiménez, el ex gobernador Emilio González Márquez dijo:
“Yo no estoy de acuerdo en que alguien, por pensar diferente, se le excluya del PAN…”, y agregó que una dirigencia que sanciona a alguien por criticar el trabajo, corta la libertad que debe haber dentro de su partido.
El 14 de julio de 1999,  72 horas después de que el Comité Estatal del PAN, encabezado por Emilio González Márquez, aprobara solicitar la expulsión de Manuel Castelazo Mendoza como militante del partido, el entonces aun diputado de Acción Nacional, sentado en un amplio sillón de su casa, me dijo:
“Es muy grave que se hable de indisciplina de un legislador que tiene sus derechos consagrados en la Constitución de la República, en la del Estado y en los principios del PAN, para externar sus puntos de vista y sus críticas sobre la actuación de los gobernantes.
“¿Cómo es posible que al derecho a disentir, al derecho a discrepar, se le llame indisciplina? Disentir y discrepar es indisciplina sólo en Cuba, que sepa yo, pero en Guadalajara, Jalisco, definitivamente no.
“Pero algo todavía de mayor gravedad es que con esto se pretende atemorizar a aquellas voces libres de panistas que quieren decir y quieren gritar que nuestro partido no puede solapar ni encubrir las irregularidades que cometan nuestros compañeros funcionarios. ¡Aquí lo que tratan es de silenciar…!
“Si a Manuel Castelazo, que es diputado, con una  militancia de más de 43 años, se le expulsara del partido por hacer uso de su libertad de expresión y su derecho a disentir, el día de mañana ¿qué diputado, funcionario o militante del PAN se atrevería a vigilar o a criticar un acto de una autoridad panista? ¡Nadie…!”.
En una amplia entrevista que quedó consignada en la edición del 15 de julio de 1999 del periódico Ocho Columnas, Castelazo Mendoza señaló al que llamó “Grupo César Coll” -en el que estaría la entonces diputada y hoy regidora Cristina Solórzano, la hoy regidora Maribel Alferirán de Coll y a algunos integrantes del DHIAC-, así como el entonces secretario general del partido, Antonio Gloria Morales, y el ex dirigente del partido, Herbert Taylor Arthur, de estar detrás de su expulsión.
Castelazo refirió en aquella entrevista que en tiempos de Adolfo Christlieb, autor de La razón de la sinrazón, “la crítica y la vigilancia eran algo muy hermoso y muy válido; ahora la vigilancia y la crítica son motivo de expulsión”.
Cuestionado sobre qué le preocupaba, dijo:
“Lo´único que sí me preocupa es que se utilice el calificativo de traidor para un legislador que ejerce su función de acuerdo a la teoría clásica de la división de poderes, que hace uso de sus derechos fundamentales como es el de disentir y la libertad de expresión”.
Al preguntarle si había hablado con el entonces dirigente del partido Emilio González Márquez o si sabía dónde estaba en este asunto, respondió:
“Me imagino que debe estar de vacaciones porque hasta ahorita no he visto ningún punto de vista ni declaración del señor Emilio González Márquez”.