La llegada de Alfonso Petersen Farah al gabinete de Jorge Aristóteles Sandoval como secretario de Salud, ¿es préambulo de que el famoso Frente Ciudadano por México -para sacar al PRI del gobierno estatal- no se concretará en Jalisco? o, por el contrario, ¿es tomar posesión de un cargo por adelantado, para seguir en él durante el siguiente sexenio en caso de un triunfo de la alianza PAN, PRD y MC?
¿O cómo debe tomarse la llegada de un panista al equipo de gobierno de un priista, cuando el partido del primero negocia una alianza en contra del partido del segundo para las elecciones del 2018?
Petersen Farah no se sumó al gabinete aristotelista sin la anuencia de su dirigencia estatal, y quizás hasta de la nacional. Es más, trasciende que se hicieron consultas a nivel federal. Incluso, el propio Alfonso reveló en diversas entrevistas que consultó a Miguel Ángel Martínez. Y si hoy despacha en el edificio de la calle Baeza Alzaga es porque recibió “luz verde” de quien debía de recibirla.
¿O acaso se puede desligar la lucha electoral del ejercicio de gobierno? Esto es, se podrán separar las críticas y los cuestionamientos, y hasta el “golpeteo” de un Frente integrado por el PAN, PRD y MC, a un partido en el gobierno o al gobierno estatal mismo, formando parte de él un militante de uno de los partidos de esa alianza?
¿Podrá el PAN cuestionar al gobierno de Aristóteles Sandoval cuando avaló que uno de sus militantes con prestigio político, social y público, formara parte de su equipo? Claro, podrá argumentarse que se antepuso el bien general -el del estado o el de la población- por encima del particular -del PAN o del propio Petersen-. Y si fue así, se aplaude.
Pero no se puede separar una cosa de otra.
Si hubiese realmente interés por concretar el famoso Frente Ciudadano por México en Jalisco y se estuviera trabajando seriamente por concretarlo, creo que hubiera sido inoportuno e indebido avalar que Alfonso Petersen se sumara al gabinete de Aristóteles Sandoval. Y él mismo así lo habría entendido. Podríamos decir que es de esas cosas calificadas de “políticamente incorrectas” o inconvenientes, pero no se hizo. Se le dió el aval.
Puede haber muchas explicaciones y argumentos, pero no encuentro una razón lógica, de sentido común, para entender que en la antesala de una alianza del PAN con el PRD y MC, el primero le hubiera autorizado a uno de sus distinguidos militantes formar parte del gabinete priista.
La única explicación que le encuentro a la anuencia para que Petersen Farah se haga cargo de la Secretaría de Salud en un gabinete priista cuando se “cocina” en serio y con todas las ganas de que se comcrete una alianza en contra del PRI, es que simplemente se está enviando la señal de que en el marco de un gobierno de coalición encabezado por Enrique Alfaro, esta dependencia le correspondería al PAN y el hoy titular de la misma lo seguiría siendo en el próximo sexenio.
¿O alguien considera “descabellada” ésta idea que es tan válida como el que el Frente simplemente no existirá en Jalisco y la anuencia a Petersen es una señal de eso?
Al tiempo.