Ayer las cúpulas empresariales y grupos afines, comandados por la Coparmex en la persona de su presidente José Medina Mora, exigieron a los 39 diputados que hoy martes 13 -número cabalístico- elijan de entre los tres candidatos que quedaron tras la declinación de Hugo Alberto Michel Uribe, subsecretario de Finanzas, y José Luis Castellanos González, ex presidente del Instituto Electoral, al nuevo auditor superior del Estado y que ya no alarguen más el proceso.
Ignorando que la ley prevé qué hacer en caso de que ninguno de los candidatos aprobados alcance la votación requerida que es el de las dos terceras partes de los diputados -o sea 26-, Medina Mora y demás agrupaciones pretenden “secuestrar” y apoderarse de la Auditoría Superior del Estado y por ello exigen que el sucesor de Alonso Godoy Pelayo salga de entre Ulises Rafael Chávez Sánchez, Israel García Iñiguez y Gustavo Alfredo González Pacheco.
Llama la atención la urgencia del sindicato empresarial, respaldado por demás organizaciones no gubernamentales, porque el nuevo titular de la ASEJ salga de entre los tres candidatos que aprobaron el examen, pues coincidentemente dos de esos tres prospectos trabajan en el Ayuntamiento de un gobierno que preside el Partido Movimiento Ciudadano y cuyo presidente municipal es nada menos que un ex presidente de la Coparmex, Jesús Pablo Lemus Navarro, uno de los principales detractores del aun auditor Godoy Pelayo.
Israel García Íñiguez trabaja en el Ayuntamiento de Zapopan en un proyecto de modernización de Catastro, mientras Gustavo Alfredo González Pacheco labora en Recursos Humanos del mismo gobierno zapopano.
Algunos analistas no sólo ubican e identifican a estos dos aspirantes como los candidatos del Partido Movimiento Ciudadano sino también como los candidatos de la Coparemx, por lo que llama la atención que el presidente de este organismo, Medina Mora, exija y pretenda que uno de ellos sea el nuevo auditor superior.
Ayer, en un hecho inusitado que sólo demuestra el interés del organismo empresarial por “secuestrar” la Auditoría Superior, se apostaron a la entrada del edificio sede de esta institución y en sus escalinatas ofrecieron una rueda de prensa en la que Medina Mora enumeró cuatro peticiones al Poder Legislativo, comenzando por el siguiente:
“Exhortamos al pleno del Congreso del Estado de Jalisco actúe con responsabilidad y ética en la selección del mejor perfil para el nombramiento del próximo Auditor Superior del Estado de Jalisco, conforme lo establece la ley, el día de mañana”.
¿Así o más claro?.
La Coparmex y demás cúpulas empresariales no sólo no solicitan sino que exigen que los diputados elijan mañana, de entre los tres candidatos que quedan en la lista, al nuevo auditor superior del Estado. Esto es, que forzosamente uno de los tres debe de alcanzar mañana martes, en sesión programada para las 13:00 horas, los 26 votos que la ley requiere para que haya un nuevo auditor por los próximos siete años.
El empresariado -que en los últimos tiempos ha demostrado un activismo también poco visto en Jalisco- considera que sometidos por esta exigencia, los diputados deberán de convertir forzosamente mañana en auditor superior a uno de los dos que se consideran son sus candidatos: García Iñiguez o González Pacheco.
Esta exigencia, sin duda, es el último respiro que tiene la Coparmex para apoderarse de la ASEJ, pues de no salir electo ninguno de los actuales funcionarios del Ayuntamiento de Zapopan -habrá que preguntarse si al igual que el renunciado Michel Uribe no tienen también conflicto de intereses al trabajar en un ente auditable-, saben que su oportunidad de lograr se habrá esfumado.
Y sin duda que así será, porque difícilmente uno de los tres prospectos finalistas alcanzará esos 26 votos que se requieren para ser electo.
Lo más decente que debieron de haber solicitado los empresarios es que el pleno del Congreso del Estado concluya el proceso de elección del nuevo auditor superior de manera impecable como, según ellos, se desarrolló la primera parte del mismo, como fue el registro de aspirantes, la implementación del examen de oposición y la calificación del mismo, y que simplemente se apeguen a lo que establece la ley al respecto.
Y esa ley respectiva contempla qué hacer si ninguno de los candidatos alcanza los 26 sufragios necesarios y nunca impone que forzosamente, en este caso, en la sesión de hoy martes 13 tiene que ser electo uno de los aspirantes.
Pero la Coparmex lanza el último “zarpazo” para ver si logra su objetivo tantas veces aquí advertido: “secuestrar” y quedarse con la Auditoría Superior del Estado, esa que señaló que empresarios inmobiliarios no pagaron a las arcas municipales de Zapopan 800 millones de pesos observados en la cuenta pública del Ayuntamiento zapopano en 2009 y que desató la persecución mediática en contra del actual titular de la ASEJ.
Y por si no fue suficiente la exigencia lanzada ayer a los diputados desde las puertas de la sede de la Auditoría Superior, en un acto de preeocupante desesperación por satisfacer sus particulares intereses y evitar que los diputados declaren en su momento desierta la convocatoria, hoy martes prácticamente “montonearán” a los integrantes de la Comisión de Vigilancia que sesionan a las 9:00 horas para evitar que “un evento tan importante y significativo como éste termine en una negativa, sin votos suficientes para elegir a un nuevo Auditor Superior de Jalisco”, se señala en la invitación extendida a los medios de comunicaciuón por parte de los interesados.
Ahora sólo eso faltaba: que en un acto de desesperación la Coparmex y demás grupos fácticos pretendan obligar a los diputados a votar en el sentido que a ellos les conviene y satisfaga, reitero, sus intereses particulares.
¿Se doblarán los diputados a los deseos de los hombres del dinero que ahora pretenden alcanzar el poder en todos los ámbitos?
Yo… lo dudo. Al tiempo.