Haber sido y ser gobernador de Jalisco no es cosa menor para un político. Tiene, sea como sea, tiene sus méritos y habría que reconocérselos a Alberto Cárdenas Jiménez, Francisco Ramírez Acuña y Emilio González Márquez. Todos ellos con sus asegunes.
Pero la cumbre que llevaron a cabo ayer en el restaurante argentino favorito de los políticos y “grillos”, lo encuadro en lo que ayer referí como un nuevo realitity show panista, porque nadie puede tomar en serio los motivos que los tres adujeron que tuvo dicha reunión.
Vamos, se necesita ser demasiado inocente para creérselos.
Cárdenas Jiménez, quien carga la satisfacción de haber sido el primer gobernador del PAN en Jalisco y mantenerse como el panista más popular a pesar de los años transcurridos, no tuvo empacho en declarar que el objetivo de este encuentro fue cerrar filas y destacar los logros que han alcanzado los buenos gobiernos panistas.
¿Cerrar filas en torno a qué o a quién? ¿En torno a su partido, Acción Nacional, o en torno a sus propios intereses particulares y de grupo?
Y habrá sido lo segundo, porque demostraron que lo primero poco o nada les importa al haber ignorado para este encuentro nada menos que al mismísimo dirigente estatal Hernán Cortés Berumen, quien osó “romper” su relación con el ex mandatario Ramírez Acuña y aprovechar su cargo para emprender una precampaña en busca de convertirse en el abanderado panista al gobierno del Estado.
Sin duda, éste fue el motivo principal de dicha cumbre de gobernadores que logró, inclusive, que sucediera lo impensable: que el secretario general Fernando Guzmán Pérez Peláez descubriera los méritos de los tres gobernadores y que este encuentro es la salvación esperada para su partido, según lo que comentó en su cuenta de twitter.
Por eso es que esta reunión de gobernadores tuvo más que ver con cuidar sus propios intereses personales y de grupo, pues los tres tienen aspiraciones a ocupar un nuevo cargo en el 2012 y, por supuesto, Cortés Berumen no era el candidato que ninguno de los tres tuviera en mente para suceder a Emilio González.
Y el objetivo es: “pararlo en seco”.
Por eso es que Cárdenas Jiménez confesó que la intención del encuentro era cerrar filas… en torno a ellos mismos.