Surgida como muchos grupos más que se autodenominan “ciudadanos”: de la nada, y sin un padrón que demuestre su representatividad social ante las autoridades legalmente electas, esas sí, por ciudadanos de carne y hueso, la organización “Tómala” ha emprendido una campaña de “aviso de ocasión” a través de sus redes sociales, en busca nada menos que… ¡del próximo auditor superior del Estado!
Al igual que muchos otros grupos similares, “Tómala” se sumó a la lista de detractores del actual titular de la ASEJ bajo el “cobijo” del sindicato patronal Coparmex, cuyos dos anteriores presidentes, Jesús Pablo Lemus Navarro y Oscar Benavides Reyes, no tuvieron empacho en sumarse a esa campaña con el propósito de defender a sus similares empresarios que no pagaron al Ayuntamiento de Zapopan, en 2009, más de 800 millones de pesos que debieron entrar a las arcas municipales en beneficio de los ciudadanos, por concepto de obras inmobiliarias, y que la Auditoría Superior hizo públicos en los cargos aplicados al ex alcalde Juan Sánchez Aldana por mil 300 millones de pesos.
En sus redes sociales, “Tómala” escribe:
“Quedan 39 días para que el @Legislativo Jal seleccione a nuevo Auditor. ¿Conoces a alguien que cumpla con los requisitos? ¡Avísale!”.
Imagínense nada más, prácticamente un “aviso de ocasión” para buscar a quien será el resposable de auditar el gasto de los tres poderes del Estado: Ejecutivo, Judicial y Legislativo, así como de los Ayuntamientos y organismos descentralizados en la entidad.
¿Esta es la seriedad con la que trabajan estos grupos que cobran notoriedad gracias a su papel de “opositodos” -cuando no ven satisfechos sus intereses-, que ocupan espacios en los medios de comunicación con la voz de “activistas”, pero que sin duda responden a intereses que nada tienen que ver con el ciudadano “común y corriente” por el simple hecho de que no es a éste a quien realmente representan, o que se abrogan la representación de todos y cada uno de los ciudadanos -sin comillas-, que nunca nadie les dio?
¿Cómo es posible que para la elección de una importante figura pública, con una tarea por demás delicada a ejercer, se lance un simple “aviso de ocasión” solicitando o pidiendo que si alguien conoce a quien reúne los requisitos para ser auditor, “ahí le avisen”?
Sería interesante que estos grupos -que exigen a todos los sujetos obligados transparencia- hicieran público su padrón de representados para que su voz realmente sea válida y tenga peso, porque hasta el momento en este renglón han sido totalmente opacos, dedicándose a ver “la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio”, gracias a los espacios que les otorgan algunos medios de comunicación que asumen en estos casos el papel de “cómplices”.
Seria interesante saber también a quién representan estos grupos y quién les dio, y de qué manera, esa representatividad que dicen tener.
Por ahí deberían de empezar para tener la autoridad moral de hablar a nombre de quienes dicen representar.