Diego Monraz Villaseñor, dígase lo que se diga, se ha convertido en un “encantador” de medios…
A diferencia de otros personajes que tienen cosas más importantes qué decir y no encuentran espacios en los medios de comunicación o los consiguen muy a “cuenta-gotas” o en tiempos y espacios mínimos, a Monraz Villaseñor le basta una llamada telefónica para abrirse paso en los medios, principalmente electrónicos, y realizar una “gira” en ellos.
Hoy Diego Monraz, ex secretario de Vialidad y uno de los funcionarios favoritos del ex gobernador Emilio González Márquez es “noticia” por dos hechos que utilizó como “gancho” y que no pocos medios de comunicación “picaron”: uno, apostarse a los pies del monumento a Manuel J. Clouthier; dos, declarar su “amor” por el alfarismo y pronunciarse porque su partido establezca una alianza electoral con quien también fue el presidente municipal consentido del ex Mandatario panista.
El jefe del alfarismo, a través de Twitter, agradeció sus palabras, pero públicamente -no sabemos si por estrategia- rechazó la alianza.
Lo segundo no fue una sorpresa porque desde la campaña por la gubernatura fue identificado como uno de los panistas que desde el poder promovió, alentó y ejecutó el apoyo a favor del entonces candidato a la gubernatura del Partido Movimiento Ciudadano, y que le valió ser calificado con el mote de “judas” que a él y a otros funcionarios emilistas le endilgó el ahora alfarista Héctor Álvarez, entonces coordinador de campaña de Fernando Guzmán, por apoyar al candidato del PMC.
Con su declaración-ofrecimiento de aliarse con el alfarismo, Monraz Villaseñor simplemente corroboraba lo que se dijo de él y otros antes, durante y después de la campaña por la gubernatura: que trabajó a favor del alfarismo y no del panismo.
La sorpresa fue lo primero. La osadía de pararse junta a uno de las figuras que los panistas más idolatran -quizás después de Manuel Gómez Morín y Efraín González Luna- y llegar al colmo de declarar que si Clouthier viviera, sin duda alguna se aliaría al alfarismo.
Como una “estupidez”, calificó dicha declaración el ex gobernador Alberto Cárdenas Jiménez, quien junto con el ex coordinador de la bancada del PAN en el Congreso, Gildardo Guerrero, son los únicos panistas que ante medios de comunicación respondieron a Monraz. Los demás lo han hecho a través de las redes sociales.
Si bien entre el panismo zapopano no se descarta una alianza con el alfarismo -impulsado por quienes hoy tienen el control-, lo extraordinario es que Diego Monraz se les haya adelantado en solitario, porque el ex secretario de Movilidad no tiene a nadie a su lado. No tiene panistas como aliados.
Hasta con quienes creó la ahora ya inexistente corriente -que sufrió de muerte prematura- “Voces Libres” lo dejaron solo físicamente… pero quizás no en la intención de la alianza.
Vamos, Diego no representa a nadie, no es “cabeza” de corriente o grupo alguno, no es dirigente ni líder de nada ni de nadie. Él mismo se encarga de espantar a sus aliados. Eso le ha sucedido cada vez que busca ser candidato a la alcaldía de Zapopan, aunque él diga otra cosa.
Es Diego y sólo Diego. Y subrayo el “solo”… de soledad.
Otro personaje y en otro lugar, hubiese sido tomado como “locuaz” si hubiese declarado lo que dijo Diego. Es más, ni eco hubiese tenido. Pero hoy hay medios de comunicación ávidos de escándalo, ávidos de darle espacio a protagonistas mediáticos que no tienen mayor logro que haber sido funcionarios públicos pero que nada le han aportado a la política de Jalisco que no sea mera verborrea recogida por esos medios de comunicación, hábidos de figuras polémicas cuyo paso por la administración pública fue más con pena que gloria… pero que gracias a su manejo mediático hoy son atendidos como “rockstars”.
Pero Diego Monraz es Diego Monraz, el solitario “encantador” de medios…
Y henos aquí, hablando de él, en espera del café acordado.