Un día después de que asumieron su encargo los integrantes de la 61 Legislatura -en noviembre del 2015-, en mi columna “Entre Semana” en el periódico El Diario NTR Guadalajara, titulada “La ASEJ, primer reto de la 61 Legislatura”, escribí lo siguiente:
“Ayer los (diputados)  oradores que hicieron uso de la palabra a nombre de las fracciones partidistas, como era de esperarse, hablaron muy bonito, con discursos llenos de buenas intenciones y deseos que si se cumplieran a la mitad de lo que dijeron, estaríamos en ganancia.
“Se comprometieron a trabajar en leyes que beneficien a las mayorías, colocando por delante en su interés a quienes menos tienen, a quienes no tienen voz… bla, bla, bla
“(…) Pero más allá de las iniciativas que cada bancada puede tener ya en su recetario legislativo para comenzar a cocinar, quizás el tema más importante que tendrán en su primer año de gestión y que será determinante no sólo para esta Legislatura sino la que viene será el de la elección del nuevo titular de la Auditoría Superior del Estado (ASEJ).
“Hay que recordar que la gestión del actual auditor superior, Alonso Godoy pelayo, concluye el último día de 2016, fecha para cuando las diversas fracciones parlamentarias deberán de tener ya definido quién se hará cargo de esta nada fácil tarea y que, incluso, ha obligado ya a que en algunos círculos políticos se aborde el tema.
“Durante la pasada 60 Legislatura, alentados más por intereses personales y por deseos de venganza y no porque realmente buscaban un fortalecimiento del aparato fiscalizador, hubo diputados -más que fracciones- interesados en modificar esta ley de fiscalización, pero fracasaron rotundamente por lo endeble de sus propuestas.
“Hoy se puede presentar el mismo escenario, no lo descarto, pero independientemente de que proceda o no una reforma a la ley de fiscalización, el reto de los 39 diputados en general y de los seis partidos políticos ahí representados en particular, será ponerle nombre y apellido al nuevo auditor superior antes de que concluya 2016.
“Pero ya sabemos que esta decisión no depende sólo de los diputados sino de otros factores o poderes fácticos externos, que es imposible ignorar al momento de tomar esta decisión. Por eso, éste será el principal asunto que deben sacar adelante con éxito en su primer año de gestión los legisladores que ayer lanzaron palabras “color de rosa” en el recinto”.
Lo anterior lo escribí el 2 de noviembre de 2015. Poco más de un año después podemos concluir que los actuales diputados de la 61 Legislatura fueron incapaces de aprobar y sacar con éxito el principal reto de su primer año de gestión: la elección de un nuevo auditor superior del Estado.
Anteayer martes declararon desierta la convocatoria… ¿Así o más claro?