La intensa sesión pasada donde la mayoría del pleno del Congreso del Estado aprobó el dictamen de la Reforma Energética pudo haber sido la última en la que participó el diputado del PRI, Joaquín Portilla Wolff.
Y es que es un hecho que solicitará licencia a su cargo como legislador, quizás argumentando “motivos personales”, y lo más seguro es que sea para no regresar a formar parte de la 60 Legislatura.
Algunas versiones señalan que la licencia de Portilla Wolff es motivada por algunos problemas familiares que le obligan a hacer un paréntesis en su carrera política y legislativa.
Sin embargo, otras voces aseguran que sí, que efectivamente su licencia es motivada por problemas con su “familia”… pero política. O sea, con el grupo político que encabeza el dirigente de la FROC, Alfredo Barba Hernández.
Al parecer, las relaciones entre Joaquín Portilla y la dirigencia de su grupo político comenzaron a “enfriarse” a raíz del escándalo de las polémicas y famosas casas de enlace, cuyo presupuesto él dedicaba íntegró a este rubro, pero que “tronó” cuando se reveló que con esos recursos se compraron tampones.
Se asegura que enmedio de la tormenta mediática generada por este tema, a Portilla Wolff se le “recomendó” renunciar a ese apoyo de 92 mil pesos, pero no lo hizo porque en otra reunión se les pidió a todos los diputados del PRI que no renunciaran a él pero que ya no hablaran públicamente del tema.
Dicen que entonces Joaquín fue reconvenido por la dirigencia de su grupo y prácticamente obligado a renunciar públicamente a los recursos destinados a esta partida.
Posteriormente vino el tema de la Ley de Libre Convivencia, en el que Joaquín siempre se manifestó en contra.
Sin embargo, al parecer el grupo político se comprometió a sumar los votos a favor de todos los legisladores que pertenecen a él para que ésta Ley fuera aprobada, pero firme en sus convicciones Portilla Wolff emitió su voto en contra.
Esto habría sido la “gota que derramó el vaso” y que generó que se enfriaran aun más las diferencias con la dirigencia de su grupo, al grado de tomar la decisión de dejar la diputación y solicitar licencia, que tendría efectos a partir de enero del próximo año.
Se sabe que en lo que resta de diciembre ya no habrá sesión ordinaria alguna del pleno del Legislativo, por lo que se espera que sea en la primera de enero cuando se dé cuenta de la solicitud de licencia de Joaquín Portilla Wolff, salvo que en este periodo vacacional se decida lo contrario.