En su no muy larga carrera política, Diego Monraz Villaseñor no tiene en su haber una victoria del cual enorgullecerse.
Nadie más que Diego Monraz ha sido el arquitecto de su propio destino. Sus errores han sido motivo de sus derrotas, de sus tropiezos. El último quizás el más doloroso: perder la candidatura del PAN a la alcaldía de Zapopan sin haber competido, luego de haberse colocado en un momento por encima de los demás aspirantes.
La soberbia, su soberbia, lo derrotó.
La historia política de Diego Monraz se caracteriza más por la polémica, por ser un hombre “echado pa’delante”, “golpeador”, de crítica ácida a sus adversarios, mordaz y sarcástico. Esa ha sido su conducta en medio de sus responsabilidades en el Ayuntamiento de Zapopan con Macedonio Tamez y Juan Sánchez Aldana y ahora en la Secretaría de Vialidad.
Y en algunas ocasiones, eso le dio resultado.
Pero, ¿qué vio Josefina Vázquez Mota en Diego Monraz como para designarlo su coordinador de campaña en Jalisco?
¿Quién le recomendó a Vázquez Mota que Monraz Villaseñor era el indicado para elaborar la estrategia político-electoral que la lleve al triunfo en esta entidad que fue clave para que Fox, primero, y Calderón, después, ganaran la presidencia de la República?
Hasta el momento, a Diego Monraz no se le conoce por ser un estratega político de resultados positivos. Su propia estrategia desde la Secretaría de Vialidad para ganar la candidatura a la alcaldía de Zapopan fue un rotundo fracaso. No soportó la arremetida de sus adversarios en la red social de Twitter y prefirió huir de ella.
Hoy no puede ser coordinador estatal de Vázquez Mota sin regresar a Twitter.
A Diego Monraz se le dificulta crear consensos a su alrededor. Tiene una enorme facilidad para pelearse con sus correligionarios. Se le da con naturalidad ganarse enemigos hasta dentro de su propio partido, ya no digamos al exterior con sus adversarios políticos.
Durante el gobierno de Tamez Guajardo promovió la expulsión del PAN de varios militantes zapopanos y fracasó. Ahora que aspiró a la candidatura zapopana le “cobraron”  aquella  “factura”. Inclusive acusó a sus propios compañeros panistas, con los que inicialmente se había aliado para ser candidato, de ser unos chantajistas.
Después de haber fracasado en su intento por ser candidato a la alcaldía de Zapopan, Diego Monraz se quedó solo. ¿Querrán trabajar hoy con él a quienes criticó y “golpeó” para sacar adelante la candidatura de Vázquez Mota en Jalisco y ser él quien se “cuelgue la medalla” de la victoria?
¿Deveras los Monraz (Miguel), los Hernán, los “Chemas”, los “paquistas”, los guzmanistas querrán trabajar bajo las órdenes y coordinación de Monraz Villaseñor?
¿Con quién va a trabajar Diego la campaña de Josefina?
¿Con el candidato a la gubernatura, Fernando Guzmán a quien, junto con Herbert Taylor, “golpeó” desde adentro del gabinete emilista?
¿Con los candidatos a senadores, uno guzmanista -Martín Hernández Balderas- y el otro miembro de los que han llamado “inombrables” o “mafia”, como José María Martínez Martínez?
¿Con Maricarmen Mendoza -su rival política, a quien también “golpeó” en la lucha por la candidatura-, que es guzmanista; con Sergio Silva, con Apolinar Alatorre, candidatos a las alcaldías de Tlaquepaque y Tonalá, integrantes del equipo del Comité Estatal?
¿Con los candidatos a diputados federales y locales que en su mayoría pertenecen al grupo hernanista?
Quizás con el único que logre hacer “click” es con Alberto Cárdenas Jiménez en Guadalajara, pero eso es una carga más para el senador con licencia que ahora tendrá la responsabilidad de darle el mayor número de votos a su candidata presidencial.
Tal vez Diego Monraz merece una nueva oportunidad de reivindicarse políticamente tras el fracaso en Zapopan, pero creo que fue un error de Josefina Vázquez Mota haber aceptado la recomendación de hacerlo su coordinador en Jalisco.
Y sospecho que la recomendación provino de un hombre llamado Herbert Taylor Arthur.