Como en su momento lo fue el hoy ex magistrado presidente del Supremo Tribunal de Justicia, Luis Carlos Vega Pámanes, ahora su homólogo en el Tribunal Administrativo del Estado, Alberto Barba Gómez, se ha convertido en la “manzana de la discordia” respecto a quién lo impulsó a ese cargo y quién estaría defendiéndolo ahora cuando enfrenta denuncias penales y posibles juicios de procedencia y políticos en el Congreso del Estado.
Y en este marco ayer se registró una “guerra verbal” entre el ex panista y ahora neoalfarista Ramón Demetrio Guerrero, conocido por sus amigos como “El Mochilas” y diputado por el partido Movimiento Ciudadano, y el ex gobernador Francisco Ramírez Acuña.
Por la mañana en un programa radiofónico, Ramón Demetrio aseguró que miembros del PAN -no reveló nombres ni mucho menos los identificó como diputados o no-, le confirmaron que Ramírez Acuña los ha presionado para elaborar y aprobar dictámenes que exoneren al magistrado Barba Gómez.
El diputado Guerrero no reveló tampoco -no sé si lo sabe o lo ignora-, a cambio de qué o bajo qué consecuencias sería esa presunta presión del ex mandatario panista a los diputados, me imagino que a quienes son miembros de la Comisión de Responsabilidades que preside precisamente quien fue secretaria general del comité estatal con Eduardo Rosales Castellanos, Pilar Pérez Chavira. O sea, qué pasaría si los legisladores no acatan la supuesta presión de Ramírez Acuña: ¿No serán candidatos? ¿No tendrían espacios en los Ayuntamientos que pudieran ganar en 2018? ¿Se truncaría o acabaría su carrera política? La verdad ese punto no nos queda claro, porque no sabemos hasta dónde el ex embajador de México en España tiene el poder y el control dentro del PAN como para decidir el futuro político de los legisladores.
Pero Ramón Demetrio no tuvo que esperar mucho tiempo la respuesta de Ramírez Acuña, quien en el programa de radio “El Timbre” que conduce José Ángel Gutiérrez, salió al paso de los señalamientos del vallartense. Esto fue lo que dijo:
” Es cosa de ver las fechas. Yo termino (su sexenio) el último de febrero de 2007 y luego es cuando lo nombran magistrado (a Alberto Barba). Hay qué ver quién lo propone y quiénes lo eligieron…
“No, me parece una actitud pueril del ‘Mochilas’, que es como se le conoce, no se le conoce por su nombre. Eso habla de qué calidad moral tiene el ‘Mochilas’. Ahora quieren quitarse la responsabilidad, pero hay una gran responsabilidad de quienes lo promueven, que fueron Herbert Taylor y Manuel Verdín, quien fue secretario de Vialidad. Y en el partido fue (la responsabilidad) de Eduardo Rosales y el ‘Mochilas’. Precisamente el ‘Mochilas’ era secretario de Asuntos Gubernamentales en el comité estatal. Ellos tienen la responsabilidad y fue la 58 Legislatura la que lo nombra. Las cosas están muy claras.
“Yo nunca protegí en mi tiempo a ningún sinvergüenza, menos lo voy a proteger ahora que estamos fuera del gobierno y que tengo la responsabilidad de mantenerme como ciudadano atento a lo que sucede en el estado, pero en mi carácter de ex gobernador”.
A la pregunta de cómo interpretaba todo esto que está sucediendo en el estado, Ramírez Acuña respondió:
“El Congreso hace bien en iniciarle la procedencia a este magistrado que ha hecho sinvergüenzada y media en su función, nada más que quienes presentan la denuncia debieron de haberla presentado con un muy buen respaldo, en buenas condiciones técnicas, y no quieran ahora, sabiendo que no presentaron bien las cosas y que por algo no salen los temas de procedencia, echarle la culpa a otros, y eso es donde es un desvergonzado el ‘Mochilas'”.
Más adelante Ramírez Acuña auguró que no procederían los juicios en contra del magistrado Barba porque los denunciantes no presentaron las denuncias bien hechas ni pruebas que las sostuvieran.
Así, las cosas, habrá que esperar si hay más nombres que surjan como protectores o impulsores del hoy denostado magistrado Alberto Barba y que siéndolo o habiendo sido, ahora pretendan emular al nada apreciado Poncio Pilatos y busquen lavarse las manos en un asunto que se ha ventilado más en los medios de comunicación que en los juzgados o en las instancias correspondientes.