La noche del viernes fue detenido el ex director del SIAPA, Rodolfo Ocampo Velázquez, por presunto peculado y desvío de recursos durante su gestión como director general del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (SIAPA), en una sorpresiva acción emprendida por la Fiscalía General del Estado.
Podría decirse que la detención de Ocampo Velázquez era una acción que tarde que temprano se ejecutaría, luego de que desde meses atrás se habían detectado manejos irregularidades en el empréstito otorgado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por mil 200 millones para aplicarse en el programa denominado “Todos con agua”.
En su momento, Rodolfo Ocampo salió a dar la cara asegurando que no había ilícito alguno, que si bien parte de esos recursos se habían destinado a cubrir gasto corriente, no habían ido  al bolsillo de ningún funcionario.
Dos días después de que el ex gobernador Emilio González Márquez retara a su sucesor a actuar en contra de su administración por alguna presunta irregularidad o ilícito -“sólo les pido una cosa: que lo hagan rápido, porque están muy lentos”, dijo-, asegurando que él hizo una entrega transparente y auditada, Aristóteles Sandoval advirtió en Puerto Vallarta que se iba a actuar en contra de quien hubiese incurrido en algún ilícito, y hasta mencionó el caso del SIAPA.
González Márquez no tuvo que esperar mucho para encontrar la respuesta que le pidió a Sandoval Díaz: anoche Rodolfo Ocampo Velázquez fue detenido.
Hoy no pocos son los que festinan la acción emprendida por el gobierno aristotelista y advierten que deben caer otros colaboradores del ex Mandatario panista. Y seguramente algunos de ellos habrán puesto “sus barbas a remojar”.
Y si bien la justicia ya actuó en contra del ex director general del SIAPA, habrá que ver si la denuncia presentada en su contra es suficientemente sólida para demostrar con ello que no se trata de una acción con mero tinte político. Y Rodolfo Ocampo, como cualquier otro mexicano, tendrá la oportunidad de presentar pruebas en su defensa. Y la justicia será la que tenga la última palabra.
Pero si bien ya se actuó legalmente por el caso del programa “Todos con Agua”, Aristóteles Sandoval está obligado a actuar de igual manera ante casos con mayor evidencia de irregularidades o ilícitos y que hasta parecieron una burla de esos ex funcionarios ante los ojos de todos los jaliscienses, apostando que bastaba que en las urnas le dieran el gane al PAN para seguir gozando de la impunidad.
¿Cuál será, pues, el siguiente “golpe” de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz?