“El verdadero problema del PAN, se llama corrupción. No le busquemos… se llama corrupción”, me dijo Francisco Ramírez Acuña, ex gobernador, ex secretario de Gobernación, ex diputado federal y ex embajador de México en España.
Coincidimos en “La Estación de Lulio” -lugar concurrido por la clase política de todos los colores-, luego de muchos meses -¿o años?- de no coincidir, prácticamente desde que se fue como diputado federal y luego que sustituyó a Josefina Vázquez Mota como coordinadora de la fracción panista en San Lázaro.
De ahí se fue a la Madre Patria a relevar a otro panista jalisciense: Gabriel Jiménez Remus.
Ramírez Acuña dice no buscar reflectores y, mucho menos, un nuevo cargo público. Dice estar concentrado en trabajar por su partido, Acción Nacional, para que regrese a sus principios, a sus valores…
Pero no habla, no se refiere, al panismo jalisciense. No. Lo incluye, sí, pero su enfoque es hacia el panismo a nivel nacional. Y es por ello que se remite a la impunidad que se registró en el PAN cuando la corrupción en sus filas arreció en aquel denominado “corredor azul” en el Estado de México.
Francisco Ramírez Acuña está convencido de que el origen del PAN se puede rescatar, pero para ello hay que trabajar intensamente y dice estar dispuesto a hacerlo él. Y a ello, señala, dedicará por ahora su tiempo.
El ex mandatario estatal reapareció públicamente en el informe de gobierno de Jorge Aristóteles Sandoval Díaz, allí en el Patio de Palacio de Gobierno donde él también despachó a lo largo de seis años. Y ahí adelantó algo de su visión de lo que hoy sucede en el PAN.
En aquella ocasión dijo a los reporteros que la crisis por la que atraviesa el PAN se debe a que algunos militantes se desviaron del camino de los principios y abandonaron sus compromisos ideológicos. Y abundó:
“Dejaron de hacer política. Creen que los programas de televisión de la Casa Blanca son los que realmente hay que hacer en la política mexicana, pero la política mexicana es más allá de las traiciones, de las deslealtades y los negocios”.
En aquella entrevista auguró que la crisis en el PAN no había tocado fondo y que actualmente sólo se estaba administrando la derrota. Subrayó que el panismo no estaba en crisis por haber perdido las elecciones sino que perdieron por la crisis que ya arrastraban.
Al escuchar a Ramírez Acuña decir que hoy la crisis del PAN, su verdadero problema, se llama “corrupción”, no me quedó otra que recordar aquella bonita frase estampada por el primer gobierno del PAN en Jalisco:
“Con honradez… se hace más”.
La verdad que se escuchaba bonito.