Ante el riesgo que advierten de perder el gobierno estatal en el próximo proceso electoral del 2012, los panistas han decidido recurrir al pasado para lavar sus culpas antes que ver el futuro para ofrecer algo mejor a los ciudadanos que quizás se sienten defraudados por las expectativas generadas a partir de que el PAN llegó al gobierno en 1995, aun y cuando no son pocos los que aseguran que hoy las cosas son mejores.
El viernes pasado, el gobernador Emilio González Márquez anunció que con sus antecesores acordó realizar un comparativo de lo que han sido casi 18 años de gobiernos panistas con los últimos 18 años de los gobiernos panistas; esto es, las tres últimas administraciones del tricolor: Flavio Romero de Velasco, Enrique Álvarez del Castillo y Guillermo Cosío Vidaurri-Carlos Rivera Aceves.
Los gobernadores del PAN -porque hasta ahora no sabemos que esa sea la posición de la dirigencia estatal del partido-, le apuestan a ganarse el voto de quienes en el 2012 votarán por vez primera, de ahí su propuesta de hacer un contraste en un lapso de 18 años antes y 18 años después.
Aquel día un eufórico González Márquez, que se frotó las manos ante la pregunta del reportero y tras pedirle a sus compañeros gobernadores le permitieran responder, declaró:
“Por supuesto que el PRI quiere que México olvide el pasado. El PRI no le interesa que los jóvenes de ahora sepan que ellos encabezaron un gobierno que reprimía con asesinatos a los que pensaban diferente al gobierno. El PRI quiere que nos olvidemos del 68 con Echeverría (sic), el PRI quiere que nos olvidemos del 71 con López Portillo (sic), el PRI quiere que nos olvidemos de Acteal y de Aguas Blancas…
¿Deveras a los jóvenes de la era del internet, de las redes sociales, de las iPad, de los BB, de las películas en 3D y hasta 4D, les importará que los actuales gobernantes les platiquen lo que sucedió hace ¡43 años! con Gustavo Díaz Ordaz y no con Luis Echeverría, o hace ¡40 años! con Luis Echeverría y no con José López Portillo?
¿A estos jóvenes que votarán por vez primera, acaso sus padres no podrán darles cuenta de lo que fueron los gobiernos priistas y que les platicarán de ellos según les haya ido en la fiesta? ¿Acaso estos jóvenes que no tienen antecedentes de los gobiernos del PRI le creerán más a gobernadores como Alberto Cárdenas, Francisco Ramírez y Emilio González que a sus familiares que pueden darles referencias del priismo en el poder?
¿Les interesará a estos jóvenes saber qué hizo Flavio Romero para analizar el sentido de su voto? ¿Les preocupará que logros tuvo el extinto mandatario Enrique Álvarez como para definir por quién votar? ¿Les angustiará lo que sucedió en el sexenio compartido por Guillermo Cosío y Carlos Rivera para decidir por quién votar?
Lo que hoy los jóvenes quieren, esos que el año próximo votarán por primera vez y aquellos que sólo han disfrutado o padecido los gobierno panistas, es saber qué les depara el futuro porque las consecuencias de ese pasado priista ya lo pagaron sus padres y abuelos, y hoy ellos pagarán el pasado de los gobierno panistas.
¿O a poco creen que estos jóvenes están ansiosos de hablar de lo sucedido hace más de 40 años?