Los priistas no lo dirían ante un micrófono ni abiertamente en una reunión de su partido, pero muchos de ellos en privado sí expresan su desconcierto por la designación de Hugo Contreras Zepeda y Ángeles Arredondo Torres como presidente y secretaria del PRI Jalisco.
Para muchos cuadros priistas quienes encabezan la nueva dirigencia priista están por debajo de los perfiles que se requieren para enfrentar la elección del 2015, que para muchos se antoja difícil desde este momento, sobre todo en la zona metropolitana.
En el caso de Hugo Contreras, su carrera prácticamente se ha desarrollado en la zona sur de Jalisco y no en la zona metropolitana, donde los priistas esperan una dura contienda en los comicios de julio del 2015. En el caso de la jóven Ángeles Arredondo ponen en duda que su corta carrera política le dé la suficiente experiencia y habilidad como para ayudar a su partido a salir bien librado en esa elección.
Al PRI le falta desde hace mucho tiempo un discurso convincente para los electores de la zona metropolitana, mismo que se ve remoto que Contreras y Arredondo puedan articular.
Muchos priistas -a pesar de haberse presentado con la cargada al evento donde fueron ungidos los nuevos dirigentes, y haberles dado sus abrazos y parabienes- no están conformes con la designación de Hugo Contreras y Ángeles Arredondo en la dirigencia estatal del PRI. Pero, como marca la disciplina priista, ninguno de ellos se atreverá a decirlo en voz alta ni a firmar su rechazo.
No vaya a ser que caigan de la gracia -“para lo que viene”- de la nueva dirigencia. Y sobre todo del gran elector: el gobernador Aristóteles Sandoval.